El cuello y el escote son dos de las zonas más olvidadas en la rutina de cuidado de la piel
¿Forman parte del rostro? ¿Del cuerpo? El cuello y el escote son la bisagra del organismo, pero casi nadie se acuerda de ellos a pesar de ser tan señeros.
Quizá la llegada del sol y el calor nos refresque la memoria. El cuello y el escote existen, reciben el paso del tiempo como las que más y merecen tanto mimo como el rostro.
Poca gente (¡me incluyo!) se acuerda de incluirlos en su rutina habitual. Reconozcamos que los cuellos cisne del invierno no son, precisamente, el estímulo visual que una necesita. En breve empezaremos a despojarnos de los abrigos y quizá así les rindamos pleitesía cosmética. Ojo: no olvides que en cuanto te ‘desnudes’, aunque sea en ciudad, también hay que aplicar protección solar a estas áreas.
Maribel Yébenes propone en su centro dos tratamientos para cuando el daño ya está hecho: Thermage FLX y Alma Q Firmeza y Relleno 4D.
Es probable que te suene Thermage, tratamiento no invasivo a base de radiofrecuencia que viene sonando desde hace unos años. Consiste en calentar la epidermis (capas profundas de la piel) para estimular la síntesis de colágeno y así tensar y reafirmar la piel. Como afirma Myriam Yébenes, directora de la firma (e hija de Maribel), “con este revolucionario tratamiento de medicina estética se puede evitar el lifting”.
Las expertas recomiendan una rutina de cuidado en casa exactamente igual que la que llevamos a cabo en el rostro y, con suerte, en el cuerpo. Limpieza, hidratación, exfoliación… ¡Y protección solar!
Si no has elegido esta ‘batalla’ y tienes manchas o flacidez, en Maribel Yébenes proponen el tratamiento Alma Q, láser de ondas foto-acústicas que trata imperfecciones como las arrugas y líneas de expresión, la flacidez y las manchas. Es uno de los métodos más eficaces para eliminar la pigmentación natural o artificial de la piel minimizando el riesgo de daños en el tejido.
¿Quién dijo miedo al destape?