Hace poco me enteré de que Disney había decidido dejar de colaborar con McDonald’s, tras diez años de unión marketiniana ininterrumpida. Quizá la productora tenga ahora remordimientos unidos a un punto altruista y por fin se ha dado cuenta de que los queridos “Happy Meals” son comida basura pura y dura.
Puede que en una sociedad tan rápida y consumista, necesitemos liberar toxinas y unirnos al carro de la vida sana para hacer más publicidad. ¿Y qué pasa con toda una generación de telepizzas y burguer al más puro estilo yanqui? Aunque de todo se puede sacar partido o sino echa un vistazo al documental “Fast Food Nation” en cartelera española desde el 13 de julio.
El otro día me encontré en la carretera, en no sé que km, un McDonald’s con servicio de “auto”. Qué quieres qué te diga pero familias enteras sucumbían al, ejem, maraviloso mundo de la carne de res tratada con no se cuántos productos químicos. Había una cola enorme de coches. ¡Dónde han quedado esas paradas a medio camino para comerse un buen bocata de jamón y coger fuerzas!
No creo que por mucha publicidad que elimine Disney, el gigante mundial de la comida rápida por excelencia se quede sin compradores. El problema no son los niños sino los padres que les premian con el “menú feliz infantil” cuando ellos no son capaces ni de probarlo.
Estamos en el país de la dieta mediterránea, de la cultura gastrónomica ejemplar y preferimos que nuestros hijos se conviertan en obesos. Incluso hemos llegado al punto de no sorprendernos con titulares tipo: “Uno de cada cuatro niños españoles tiene exceso de peso y cientos de ellos padecen obesidad extrema”.
Una de las cosas que aprendí en el horrible comedor de mi colegío de monjas es que a comer se aprende. No es que haya que adquirir una actitud hitleriana, por favor, pero enseña a tus hijos los beneficios de una dieta saludable y ayúdale a disfrutar de la vida. No te vaya a pasar como a la madre de Connor, el niño británico que con ocho años pesa 90 kg. “No puedo dejar de darle comida basura porque no le gusta otra cosa. No come ni fruta ni verdura”. En fin, no comments.