Por cosmética genderless entendemos aquella que es unisex. Algunas firmas han lanzado líneas de productos de belleza con la premisa de que pueden usar por igual hombres y mujeres. ¿De verdad es necesario?
Más importante que el género son las necesidades de la piel. De modo que, en realidad, debería ser cosmética genderless toda la cosmética de tratamiento en su conjunto. Los principios activos no entienden de sexo.
Hemos superado (diría que, afortunadamente, hace décadas) la época en la que las cremas se consideraban coto privado de las mujeres. Hablar de esto es de perogrullo. Hoy se cuida todo el mundo y todo aquello son conceptos superados. Sin embargo, sigue habiendo muchos productos específicamente dirigidos a mujeres. Igual que otros dirigidos a hombres. Y la última en incorporarse al escenario es la cosmética genderless, o sin género, para tocar todos los palos. ¿Qué hacer entonces cuando nos veamos ante los estantes de la perfumería o la web online porque tenemos que hacer una compra?
Cremas para hombres, para mujeres o para todos
Días atrás, un compañero, también periodista de belleza, criticaba en Instagram una publicidad de una joyería que promocionaba pendientes “para hombres”. Mi compañero se preguntaba “¿es que las orejas de los hombres son diferentes?”.
Esa anécdota viene al hilo de la pregunta con la que se abre este post. ¿Es necesaria realmente la cosmética genderless? Es más, habría que preguntarse, ¿y la cosmética femenina etiquetada como tal? ¿Y la masculina?
A nadie se le escapa que la piel de los hombres tiene ciertas particularidades. Es entre un 20 y un 30 % más gruesa que la de las mujeres. Además es más grasa, porque sus glándulas sebáceas tienen más actividad. Es más rica en colágeno y elastina (las proteínas que se encargan del sustento de la piel). Eso significa que envejece más tarde que la de las mujeres. Y luego añadimos el afeitado diario y sus correspondientes irritaciones.
Pero aunque lo haga más tarde, la piel de los hombres envejece. Y aunque en general tengan la piel grasa, habrá quienes la tengan más seca que muchas mujeres. Ambos sexos se ven afectados por patologías como acné o rosácea. ¿No es entonces más importante que los cosméticos se centren en las necesidades concretas, sin entrar cuánto hay de cromosomas XX o XY?
Es cierto que muchas firmas cosméticas aún tiran de estereotipos para dirigirse a un público concreto. Desde el diseño del packaging con determinados colores y motivos decorativos, a la fragancia de la crema, y el/la modelo o la persona famosa que le pongan cara al producto, llaman en concreto a hombres o a mujeres. Pero si atendemos al contenido, puede que las formulaciones sean exactas cuando hablamos de retinol, ácido hialurónico o vitamina C. Por citar algunos de los principios activos más importantes.
Aunque hay compañías que lanzan líneas concretas con la etiqueta cosmética genderless (por ejemplo, hay muchos perfumes unisex), cada vez más son mayoría las que, si quieren desvincularse de uno u otro sexo, simplemente lo hacen. “Las marcas ya no están encasillando sus productos a un solo género. Últimamente han estado comunicando que son para todo el mundo”, me advertía un compañero de una agencia de comunicación cuando le pedí info para este post. Porque, si lo pensamos, el término genderless es también una etiqueta en sí mismo. Y una estrategia de marketing, por supuesto. Pero si un producto es bueno y está formulado para una necesidad concreta de la piel, no hace falta que al consumidor que tiene esa necesidad le especifiquen si el producto es de hombres, mujeres o unisex… ¡Porque le dará igual!
Quizá por ello muchas firmas apuestan cada vez más por acabar con los estereotipos de cremas en cajas rosas para ellas y azules o negras para ellos, o blancas para unos y otros. Y apuestan por cosmética sin más que es para ellos, que es para ellas y que no distingue entre unos y otros porque no se formula para un género, sino para una necesidad de la piel.
¿Vosotros qué pensáis?
Productos para todos
Aceite de Día de Apivita, un suplemento que refuerza la barrera cutánea, mejora la renovación celular e hidrata en profundidad.
Precio: 38 euros.
Contorno de ojos antioxidante iluminador de Germaine de Capuccini.
Precio: 36,50 euros.
Limpiador a base de té verde Deep green tea line de Benton.
Precio: 14’95 euros, de venta en Miin Cosmetics.
Crema cicatrizante y ultra hidratante Regestimul de Atlantia, formulada con Aloe vera puro de Canarias y aceite de rosa mosqueta.
Precio: 21,90 euros.
Hyaluronic Self Tanner de la línea genderless de Idol son unas gotas autobronceadoras que se mezclan con tu producto de tratamiento.
Precio: 15,95 euros, de venta en Primor.
Contorno de ojos unixex de Bluevert L’inquiétude.
Precio: 115 euros.
Anti-blemish solutions clinical clearing gel de Clinique es un tratamiento para frenar los brotes de acné y eliminar las imperfecciones.
Precio: 17 euros.
Cleanance Cuidado Matificante, de Avène, es una crema matificante con acción sebo reductora para pieles grasas y con brillos.
Precio: 16 euros.