Exclusiva para cabello rizado, curlyage es una técnica de coloración que permite apreciar las tonalidades del balayage sobre pelo texturizado.
Era necesario. Las melenas rizadas bramaban por un balayage que tuviera en cuenta la densidad, elasticidad y porosidad del rizo, y curlyage (el nombre lo dice todo) ayuda a participar de las tendencias capilares y darle más personalidad a la melena.
Cuando te plantes en el salón y pidas que te hagan ‘curlyage’, tienes que tener en cuenta que el proceso es muy similar al del balayage (y, por supuesto, cumple el mismo noble propósito de iluminar tu cabellera), pero hay que hilar más fino por el tipo de pelo. La técnica de colocación de los reflejos se debe personalizar en función de la densidad del pelo, la elasticidad y la porosidad del rizo, factores que determinarán también el nivel o fórmula de aclarador que se utilizará. La clave es cómo se refleja la luz en el pelo.
Una vez tengas tu curlyage hecho, y dado que el pelo rizado tiende a ser más poroso y más seco, te vendrá bien cuidarlo con productos específicos para pelo curly.
Curl Hair Tanino Therapy, de Salvatore Cosmetics, línea que ‘imita’ los efectos de la taninoplastia. Devuelve al rizo la elasticidad y controla el volumen y el frizz, aportando definición e hidratación desde el interior gracias a su fórmula con biocolágeno, elastina y omegas.
Precio pack Curl Hair Tanino Therapy: 85 euros.
Freshly Cosmetics te echa una mano con Wonder Curls Routine, un protocolo 100% natural para pelos rizados que promete definición, flexibilidad, acabado radiante y nada (o el mínimo) frizz.
La rutina se compone de dos productos: Curly Vibes Defining Cream, crema para rizos que se aplica sobre el cabello húmedo, y Radiant Curls Oil Serum, óleo que aumenta la definición de los rizos, reduce el frizz y mejora la resistencia a la rotura.
Precio pack: 29 euros.