Los conservantes en cosmética son imprescindibles. En cuanto se abre cualquier tarro de crema, la suciedad y las bacterias que se encuentran en el aire o en la piel pueden introducirse en el interior del envase, donde podrían instalarse y crecer y poner en peligro la salud de nuestra piel.
Los cosméticos son productos que usamos habitualmente pero que no van destinados a conservarse en frío. Por eso, necesitan una protección adicional frente a la proliferación microbiana. Sin conservantes, nuestra cosmética se estropearía más rápido y lo peor no es eso. Además de reducir su vida útil, podría acarrear irritación de la piel o infecciones oculares, entre otros efectos adversos.
Sin embargo, los conservantes en cosmética se han demonizado hasta la saciedad; entre otras cosas porque se ha puesto el ojo en la química como uno de los males que hay que eliminar. No es así: todo en la vida es química y gracias a ella vivimos y sobrevivimos.
Los conservantes son uno de los ingredientes básicos de cualquier fórmula cosmética que lleve agua porque es el caldo de cultivo ideal para la proliferación de bacterias. La buena noticia es que si la fórmula lleva aceite en lugar de agua no necesitaríamos utilizar ningún tipo de conservante.
Sin conservantes tu crema duraría 12 días
Todos los cosméticos pueden proporcionar un entorno favorable para el crecimiento de estos microorganismos. Esta proliferación microbiana puede darse, sobre todo, durante el uso y una vez abierto el tarro de crema.
Para evitarlo, cualquier crema o serum se elaboran siguiendo unas buenas prácticas de fabricación y añadiendo conservantes eficaces y seguros.
Es importante que nosotros cumplamos parte del trato; es decir, poner atención en la fecha de caducidad. Un truco para que sepamos cuándo hemos abierto tal o cual cosmético, es poner con un bolígrafo o una etiqueta la fecha en la que has abierto ese cosmético. Así no se te olvida.
Pero es más importante aún que las empresas que elaboran los productos que vamos a aplicarnos aseguren que estos conservantes sean seguros para su aplicación sobre la piel y su correcto mantenimiento.
La industria cosmética y la Agencia Española del Medicamento, juntos para elaborar una guía de conservantes cosméticos
Es una buena noticia que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) estén colaborando en el uso de conservantes en cosmética.
Han elaborado una guía para producir materias primas y productos cosméticos seguros desde el punto de vista microbiológico para dar prioridad a la protección de los consumidores.
Lo que hay ahora es un documento técnico que actualiza el conocimiento científico para obtener productos cosméticos y materias primas seguros desde el punto de vista microbiológico durante la vida útil del producto y evitar la sobredosificación de conservantes. Es decir, sí a los conservantes pero tampoco nos volvamos locos. Lo justo y necesario para que esa crema que nos vamos a aplicar esté en las mejores condiciones pero que, a la vez, no sea perjudicial.
Se busca con esta guía qué conservantes pueden interferir con los ingredientes cosméticos disminuyendo su eficacia.
Por último, recordaros que cualquier conservante utilizado en una de vuestras cremas, serums, peelings, mascarillas o lo que sea de cuidado personal está sujeto a la legislación de la Unión Europea antes de que se apruebe para su uso.