Vossman, la radiofrecuencia más potente que existe, se utiliza para regenerar el colágeno, tonifica, mejora el drenaje linfático, la textura, la elasticidad, la circulación y oxigena los tejidos. Y lo mejor: es española.
No es un equipo más de radiofrecuencia. El equipo de ingenieros españoles ha dado una vuelta de tuerca a la tecnología de la hipertermia con Vossman. Ha conseguido crear el equipo de radiofrecuencia monopolar de alto rendimiento más avanzado, potente y eficaz. Con un tamaño muy pequeño, es capaz de tratar zonas pequeñas y grandes a máxima potencia y sin que se note un calor excesivo.
Lo he probado en The Lab Room hace unos días y, creo, que es un aparato magnífico, capaz de servir tanto para tratamientos de belleza como para fisioterapia. Lo mejor de Vossman es que llega adonde otros no llegan. Esto se logra gracias a unos manguitos exclusivos colocados en el antebrazo de la esteticista o fisioterapeuta que permite llegar tanto a regiones pequeñas del rostro o en lesiones donde es necesario palpar y penetrar de una forma más directa.
Pequeño como un altavoz, ligero (pesa tan solo 3,2 kilos) y fácil de programar. Esto es lo que se ve a simple vista. Como mucha de la tecnología que nos llega es fruto de la constancia y del ingenio de alguien. En este caso de un ingeniero de Vitoria, Josechu Jiménez, y de un emprendedor leonés, Fernando Díez, pionero en el desarrollo de láseres dermatológicos y depilatorios.
Vossman: un accidente dio la clave para crear este tratamiento
La historia de Vossman empieza hace unos cuanto años cuando el ingeniero Josechu Jiménez, que ya había desarrollado tecnología para otros campos, tiene un accidente que le afectó la zona de la espalda. La operación era complicada y muy arriesgada. Los médicos le sugirieron que utilizara un tratamiento del que ya hemos hablado aqui: Indiba. “El objetivo -le dijeron- es que se produzca un calentamiento interior y profundo de forma que generemos una hipercirculación en la zona de la médula en la que es muy difícil acceder”, explica Fernando Díez durante la presentación de Vossman. Josechu se va dando cuenta de que aquello funciona y que sí que había una regeneración funcional interna. “Pero él veía -sigue contando Fernando Díez– que a la máquina le faltaban cosas. Y dijo: me voy a hacer la mejor hipertermia que existe, porque echo de menos algunas funciones. Estuvo más de 3 años desarrollando el equipo”
Una radiofrecuencia que llega a las zonas más profundas
El primer nombre de esta tecnología fue R200. La radiofrecuencia, un tipo de corriente que se descubrió hace 130 años, calienta el tejido corporal y no lo daña. Es más, lo recupera porque genera una circulación a nivel profundo.
Vossman es una radiofrecuencia monopolar, una técnica que ya lleva tiempo en el mercado. Lo que hace es estimular el crecimiento de colágeno por los fibroblastos y favorecer la circulación linfática para los adipocitos, y los fibroblastos y los adipocitos se encuentran en las capas más profundas. “Si queremos que se estimulen esas células -continúa Fernando Díez– tenemos que conseguir un incremento de la temperatura profunda”.
¿Cómo ayuda esta radiofrecuencia?
En el caso de tratamientos de belleza, esta radiofrecuencia incrementa el metabolismo de los fibroblastos, lo que produce una generación natural de colágeno. Esto significa un retraso del envejecimiento y de la flacidez. El incremento de la circulación sanguínea y linfática mejora la celulitis.
Si entramos en los tratamientos de fisioterapia, genera naturalmente el colágeno. Así, recupera varios tipos de lesiones Con el incremento de la circulación sanguínea se aportan nutrientes, oxígeno y cicatriza la zona lesionada; además, alivia el dolor.
Según la propia marca, en tratamientos de belleza esta terapia tiene un efecto antiarrugas y líneas de expresión. Realiza un lifting facial natural en cuello, mandíbula, rictus, pómulos, bolsas, patas de gallo y frente. También redefine el óvalo facial y reduce de bolsas y ojeras y mejora la textura, el color y la elasticidad cutánea. Y, para finalizar, oxigena los tejidos y reafirma la piel. En el cuerpo hace el mismo efecto que en la cara, además de tratar la celulitis.
He probado el tratamiento facial Vossman en The Lab Room
El tratamiento facial que he probado combina el protocolo de radiofrecuencia con la máquina Vossman y el de The Lab Room. Este centro madrileño nunca utiliza máquinas, pero Mónica Ceño, el alma del centro, decidió utilizarlo al ver cómo funciona.
La esteticista coloca primero una placa metálica bajo mi espalda para que la conducción de la radiofrecuencia sea efectiva. Continúa limpiándome la piel con una leche limpiadora. A continuación, me aplica un exfoliante para eliminar las células muertas y preparar la piel y un tónico. Finaliza con una mascarilla de lavanda, que calma la piel. Tras esta preparación, llega la radiofrecuencia con el nuevo aparato.
Este tratamiento solo está contraindicado en personas con cáncer, marcapasos, problemas de tiroides y embarazadas. En estos casos, necesitan la autorización del médico porque, me dijo Aline, la facialista que me hizo el tratamiento, se trabaja con calor.
Aline luego coge el manípulo pequeño, de cerámica, y trabaja con un serúm durante 10 minutos la superficie de la piel, en el cuello y en la cara. Con ello se consigue firmeza haciendo un efecto lifting y se trabaja el colágeno para estimularlo.
Poco a poco se va notando calorcito en la piel. Las manos de Aline junto con el manípulo van repasando mi cara para tener un efecto más rápido.
40 minutos de Vossman 5 o 6 veces para completar el tratamiento
Llega el momento de los manguitos. Aline se los coloca y me aplica la crema hidratante Botánica, que es la mejor para la radiofrecuencia porque ayuda a que las manos se deslicen mejor por mi piel. Ella nota el calor que traspasa a mi piel. Con manos expertas masajea toda mi piel. Poco a poco llega a cualquier lugar por muy pequeño que sea.
Lo ideal para Aline es trabajar con los manguitos más tiempo porque es más profundo. El tratamiento es muy relajante y el calor llega muy poco a poco. Puede trabajar con los dedos la grasa localizada de la zona de la papada, los ojos y los labios.
A los 40 minutos la esteticista termina el masaje que, de verdad, ha sido magnífico. Me recomienda que durante una hora no me moje la cara para que la radiofrecuencia siga haciendo efecto.
Se recomienda realizar 5 o 6 sesiones con una periodicidad semanal y luego, un mantenimiento cada 15 días o un mes, dependiendo de cada piel.
Precio: 60 euros por sesión. Para realizar las 5 sesiones, el precio baja un 10%.