Coolsculpting es el método definitivo para eliminar la grasa subcutánea localizada en personas que no tienen exceso de peso. Se puede aplicar en cualquier zona corporal, incluida la cara.
Dos dermatólogos estadounidenses, los doctores Dieter Manstein, MD, and R. Rox Anderson, descubrieron en 2008 que las células grasas se eliminan con el frío sin dañar a las células de alrededor. A ese proceso se le llamó criolipólisis. Un paso más allá de este procedimiento está Coolsculpting y Coolsculpting Elite, la criolipolisis más efectiva y segura que hay hasta ahora.
Lo mejor de este aparato de medicina estética es que “puede deshacerse de cualquier acúmulo de grasa superficial. La grasa que podemos pellizcar en el abdomen, los flancos, los brazos, la cara interna de los muslos, las caderas, las rodillas, las mamas masculinas, los rollos de la espalda o la papada son sensibles a este tratamiento”, afirma la doctora Concepción Pinilla, de Zaragoza. Y es un procedimiento avalado por multitud de publicaciones científicas.
Este pellizco -mayor o menor-, que te agobia al verte en la ducha cada día, es el perfecto para ser el objetivo de coolsculpting. La doctora Pinilla, de la Clínica Concepción Pinilla, de Zaragoza, explica que “los adipocitos (o sea, la grasa) son dañados por congelación y desaparecen por apoptosis”. La apoptosis es la muerte celular programada.
¿Es un tratamiento apto para todo el mundo?
Casi todo el mundo que tenga algo de grasa y que quiera eliminarla puede realizarse este tratamiento. “Primero se hace un estudio de la manera idónea de colocación de aplicadores para modificar el volumen de la zona a tratar. Por supuesto, se descarta la presencia de contraindicaciones en los pacientes. Y se estudia cuántas sesiones son necesarias”, prosigue la doctora Pinilla.
Evidentemente, este tipo de tratamientos se llevan a cabo en centros médicos especializados. Un médico tiene que saber cuáles son los antecedentes médicos del paciente, porque aunque es un tratamiento casi inofensivo, el especialista debe conocer el historial médico de quien se va a someter al coolsculpting. “Las contraindicaciones son infecciones activas, cáncer o hernia en la zona y enfermedades autoinmunes muy raras que se desencadenan por crioglobulemia”, indica Concepción Pinilla.
Por otro lado, la doctora Margarita dos Santos, de la Clínica Aevo indica que “en caso de lipedema se requiere una valoración médica previa para estudiar el caso de forma individual y saber si son aptos para el tratamiento”.
¿Desaparece la grasa para siempre?
Sí, la grasa que te quitan ya no vuelve a aparecer. Otra cosa es que engordes y se vuelva a depositar grasa en otros lugares, pero la que eliminan te la has quitado de encima para siempre.
Se coloca el aplicador sobre la zona a tratar y “provoca una congelación de entre -10ºC y -15ºC en la zona. Ese frío se mantiene entre 35 y 55 minutos, lo que provoca el daño a un gran número de células que se van eliminando progresivamente del cuerpo. Esto sucede sin que se produzcan sobrecargas de sustancias grasas en la sangre puesto que la eliminación es progresiva a partir del primer mes y en los siguientes 3 meses”, indica la doctora Pinilla.
“El tratamiento se hace uno, dos o tres días seguidos, según las zonas implicadas y se repite al mes si es necesario”, explica esta doctora a Belleza Pura.
El coolsculpting es menos engorroso que la lipoescultura, no duele casi, no aparecen moratones no hace falta ponerse faja después ni se precisa anestesia, pero, indica la doctora Pinilla, “la lipoescultura es efectiva en una única sesión”.
Por eso, si algún lector o lectora está interesado es quitarse las grasillas que le molestan, lo mejor es acudir a una clínica de medicina estética (en España tenemos muchas y muy buenas) y buscar cuál es el tratamiento más idóneo.
Precio: 500 euros por sesión (según clínicas).