Las rubias son tontas y las morenas, peligrosas y salvajes. Los mitos sobre el color del pelo se remontan a siglos atrás. Los prejuicios persiguen a unas y otras tonalidades de la cabellera. Al hecho de ser rubia o morena se le otorgan valores psicológicos y hasta morales.
La ciencia ha tirado por tierra el mito de que las rubias son tontas y, de hecho, estudios han concluido que son un poco más inteligentes
“Blondes have more fun” (las rubias se divierten más). Es el título de un disco de Rod Stewart. “Los caballeros las prefieren rubias” es el título de la famosa película de Marilyn Monroe y Jane Russell. ¿Cuánto hay de cierto en todo ello? ¿Cómo puede condicionar el color de pelo ningún aspecto de nuestra vida, más allá de gustarnos en el espejo?
El mito de que las rubias son tontas y angelicales
A las rubias se le atribuyen cualidades positivas como la bondad y la dulzura. Es el canon de belleza por antonomasia, pese a que solo el 2 % de la población adulta es rubia natural. La densidad de cabelleras rubias también influye en la percepción de que sean más o menos atractivas. Por ejemplo, la preferencia sexual por las rubias es mayor en los países como Francia, donde este color de pelo es una minoría, que en otros países como el Reino Unido o Rusia, con muchas más rubias en la población.
“Los rubios causan fascinación desde la Antigüedad y ya las mujeres romanas se teñían el pelo para conseguirlo. Durante siglos hemos alimentado el concepto de que las rubias son buenas, de fiar, nobles y, además, guapas. Es verdad que también se las ha tildado de estúpidas, por una falsa asociación de la bondad como falta de inteligencia o astucia. Solo tenemos que fijarnos en los cuentos infantiles o incluso en el cine o las series para comprobar que estos clichés aún siguen funcionando, aunque cada vez menos. En definitiva, se creó un modelo de belleza, y por tanto social, en el que la mujer ideal era rubia y dócil”, indica M.ª José Llata, de Peluquería Llata Carrera desde Santa Cruz de Bezana (Cantabria).
El estudio que tiró por tierra el mito
Sin embargo, el estereotipo de la rubia tonta caló en la sociedad, más allá del aspecto y la estética.
La discriminación basada en la apariencia ha tenido consecuencias económicas. Una rubia guapa pero tonta no es el perfil del empresario que busca personal inteligente. Para tirar por tierra el mito, un investigador de la Universidad Estatal de Ohio analizó el coeficiente intelectual de las mujeres y hombres blancos según el color del cabello. Según sus conclusiones, las mujeres rubias tienen un coeficiente intelectual medio más alto que las que tienen el cabello castaño, pelirrojo y negro. “Es más probable que las rubias se clasifiquen como genios y es menos probable que tengan un coeficiente intelectual extremadamente bajo que las mujeres con otros colores de cabello, lo que sugiere que el estereotipo de la rubia tonta es un mito”, concluía.
Lo que no sabemos es lo que sucede si el color de pelo no es natural y la “lista” o “menos lista” en cuestión lleva tinte o mechas.
Morenas atractivas y peligrosas
Las morenas se contraponen al ideal angelical de las rubias. Por eso quizá se las ha tildado de malas, astutas e incluso brujas. Una cabellera oscura siempre es enigmática e intensa. También es más frecuente, según el área geográfica, lo que la aleja del exotismo y del patrón de belleza ideal.
“Los cánones de belleza son siempre excluyentes, por eso son injustos. Es cierto que una melena rubia llama la atención, sobre todo en países mediterráneos como el nuestro, en el que no abundan. Pero de eso a conferir características psicológicas y morales según el color del pelo ya es demasiado. Las morenas son las malas en las películas, las que esconden algo y no son honestas. Las más inteligentes, aunque no son de fiar y vienen cargada de malas intenciones”, dice Felicitas Ordás de Felicitas Hair desde Mataró (Barcelona).
Sin embargo, una encuesta que el portal de búsqueda de parejas eDarling realizó entre sus usuarios concluyó que las mujeres morenas son percibidas como más atractivas e inteligentes que el resto de mujeres con cualquier otro color de pelo.
En tiempos del bronde, el balayage, las raíces sombreadas y canas a la vista, ¿dónde quedan los mitos sobre el color del pelo?