Modelar la silueta como la de una bailarina es la meta de muchas y de muchos. Los michelines no nos hacen muy felices. Sin embargo, una liposucción 360º, circunferencial, es una solución inmejorable: en una sola sesión nos quitamos las lorzas de más.
Definir la figura, eliminando células grasas localizadas en puntos clave, como cartucheras, caderas, muslos o cintura es una labor que requiere un perfecto conocimiento de la anatomía. Para hacerlo se necesita cirugía, porque aún no hay aparatología que consiga, en un sola sesión, los resultados de la liposucción 360º.
El doctor Ángel Martín, fundador y director médico de la Clínica Menorca en Madrid, nos explica que “mi liposucción 360º no es para perder peso sino para remodelar el contorno corporal. Está encaminada a personas con sobrepeso a las que les cuesta perder un elevado número de kilos solo con dieta y ejercicio”. Estos pacientes se desmotivan enseguida porque no ven resultados inmediatos. De ahí, que “la liposucción circunferencial sea una buena alternativa para iniciar un cambio de hábitos en su vida”. Sus resultados son satisfactorios en la pérdida de peso y, por ende, en la mejora de la salud.
La liposucción es uno de los procedimientos quirúrgicos más demandados tanto por hombres como por mujeres entre 35 y 50 años. Y es la segunda cirugía más solicitada después del aumento de mamas.
El arte de modelar el cuerpo con un sentido equilibrado
El doctor Ángel Martín domina la técnica y tiene ojo de artista. Para realizar una liposucción 360º hay que saber de dónde quitar para eliminar hasta 8 kilos de grasa.
Y para llegar a ser un maestro de esta técnica, aprendió del profesor Pierre Fournier quien introdujo en 1985 una técnica diferente a lo que había hasta ese momento: la lipoescultura tumescente. Este técnica consiste en aplicar grandes volúmenes de anestesia con suero con el fin de no hacer daño vascular para que el paciente no sangre nada. “Yo pongo anestesia local y sedación –explica el doctor Martín a Belleza Pura– para que el paciente se pueda mover, tener buenos apoyos y buenos ángulos para hacerlo diferente en cada zona”.
“De todas las cirugías estéticas que hay, yo creo que la lipoescultura es la más creativa. Mueves muchos volúmenes de grasa, muchas formas, zonas pares en las que tienes que conseguir una simetría, glúteos, cartucheras… Para eso, hay que tener mucha experiencia, no se trata solo de sacar grasa, sino de hacerlo uniformemente para dejar un cuerpo armónico. Al final, es como si estuvieras tallando, dibujando, por eso a mí me impacta tanto, hay un proceso creativo. Cuando yo quito 6-7-8 litros de grasa tengo que estudiar mucho cómo la saco, dónde dejar, cómo está el tejido, respetar las líneas del cuerpo, etc.”, cuenta el doctor Martín.
La clave de la liposucción 360º está en trabajar en redondo
Lo más importante antes de meterse en una cirugía, sea la que sea, es acertar con el diagnóstico. Hay casos que no se pueden operar, como si hay exceso de flacidez, mal estado de los tejidos o si el posible paciente es muy mayor. Nada se deja al azar. El doctor Martín explica que “hay que tener en cuenta cómo están los tejidos, analizar cada caso personalmente. A partir de ahí explicar al paciente qué es lo que pretendemos y qué es lo que vamos a conseguir”.
“Cuando empecé a especializarme en esta técnica me di cuenta de que hacía falta un sistema que provocara una retracción de la piel, recolocarla. Al principio trabajaba zonas individualmente, pero ahora lo trato en conjunto, cadera, abdomen, zona axilar, flancos… Realizo todas las zonas dentro de la circunferencia corporal porque cuando quitas grandes volúmenes de grasa se tiene que readaptar la piel, y de esta forma, no queda casi nada de flaccidez.
Lo fundamental es reorganizar los tejidos de alrededor
El cálculo de cuánta grasa hay que eliminar y cómo es parte de la experiencia del cirujano plástico. “Por experiencia, la grasa la calculo, más o menos, cuando pinto a la paciente, la exploro, la toco, y ‘sé’ lo que tengo que quitar en cada zona y cómo. Luego ya termino de definirlo en el quirófano, en función a la retracción de la piel. Normalmente, cuando estoy pintando a la paciente ya lo veo, y me ajusto bastante. Utilizo dos tipos de cánulas, dependiendo las zonas, y luego termino con una lipoescultura superficial para retraer la piel. La diferencia fundamental con otras lipoesculturas es mi experiencia, saber qué tejidos estás tratando. El fin de todas es extraer la grasa, pero cómo se extrae, cuánta, dónde usar una u otra cánula, eso solo se sabe ‘a ciencia cierta’ con la experiencia”. Esta experiencia es la que da la seguridad de eliminar grandes volúmenes de grasa.
De esta manera, se tratan las cartucheras, la cara interna de las piernas, todo el muslo y se adapta la piel al completo. Si solo se hacen las cartucheras o el abdomen, la piel no se puede recolocar.
Una vez que se ha realizado la cirugía, lo normal es que un paciente al que se le ha eliminado entre 8 y 10 kilos de grasa, tarden una semana en hacer vida normal. Esta normalidad se traduce es salir, ir al trabajo o caminar. Podrá hacer ejercicio en un mes más o menos (siempre según las indicaciones del cirujano).
Los resultado definitivos se ven a los 6 meses. Durante todo ese tiempo, el paciente tendrá que llevar una faja y realizar drenajes linfáticos manuales en días alternos para evitar los edemas y la inflamación.
El precio oscila entre los 6.000 y los 9.000 euros.