Bajo este anglicismo se esconde un sencillísimo sistema para evitar el sedentarismo nuestro de cada día.

Hacerse unos sitting breaks no tiene que ver con hacerse un breaking bad, afortunadamente. Se trata de algo mucho más fácil y literal: introducir un ejercicio intenso durante un minuto cada media hora sentados. Sin despeinarse y sin sudar.

Esta estrategia, que debe provenir de Palo Alto como poco, consigue evitar el sedentarismo radical que nos acecha a todos y cada uno de nosotros, por mucho que vayamos al gym, andemos en lugar de usar coche o subamos las escaleras ‘a pata’.

¿Por qué 30 minutos? Porque hay estudios concluyentes que demuestran que, a partir de ese límite, el cuerpo entra en modo reposo y se empieza a acumular esa bonita y acolchada grasa subcutánea que tanto apego nos coge.

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Por el contrario, y también avalado por estudios, los niveles de insulina y glucosa postprandiales disminuyen cuando dejamos de estar sentados y realizamos una actividad suave o moderada durante un breve periodo de tiempo, por lo que sin duda es una rutina interesante para cualquier persona, especialmente aquellas que necesiten mejorar el metabolismo de la glucosa.

Puedes organizar tus sitting breaks del día con cualquier ejercicio que te guste. Saltar, hacer sentadillas, flexiones, lanzar unos upper cuts al aire, una combinación de todo… Lo importante es ser relativamente estricto (sin obsesionarse) con la pauta de media hora seguida de un minuto de ejercicio sin descanso y al fallo -hasta que no puedas más-. Visualizo oficinas del futuro con máquinas de vending cargadas de kale y agua informada, salas de reuniones ionizadas y probos trabajadores por cuenta ajena (y propia) llevando a cabo sus saludables sitting breaks aunque les pille en pleno pitch.

Sería lo suyo: además de favorecer el metabolismo y ahuyentar el riesgo de enfermedad cardiovascular que va asociado al sedentarismo, esta técnica oxigena la mente y favorece la concentración. Pruébalo: quizá hasta te ayuda a quitarte del café. Toda una win-win situation.