¿Eres de las que sufren de juanetes y estás pensando comprar algún corrector de esos que anuncian en internet para eliminarlos? Lee esto primero y luego decides.
Juanetes, esas protuberancias que, según mi madre que los padecía, duelen como demonios. Juanetes, ¡hasta la palabra es fea hasta decir basta! Los juanetes o Hallux valgus son una deformidad del dedo gordo del pie que ocasiona una protuberancia en el borde de ese dedo. Empieza por poquito y al final acabas con el dedo como el de la paciente de la foto.
Desde hace tiempo, marcas conocidas y algunos chamanes de la salud (se me ocurren otros apelativos mucho más fuertes) han decidido poner a la venta por internet unos aparatos que dicen que están diseñados para estirar el pie y ejercitar los dedos, y que los mismos cirujanos y los podólogos los recomiendan para tratar los juanetes.
¿De verdad los recomiendan los podólogos?
Y para dar más credibilidad al asunto dicen (mejor decían y ahora os voy contando) que lo recomendaban varios colegios oficiales de podólogos, tanto españoles como extranjeros.
¿Será verdad? Y me puse en contacto con una de estas empresas. Imposible. No cogían el teléfono.
Mejor entonces hablar con el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos, uno de los organismos que, según ellos, avalaban su corrector de juanetes. Y si vemos que lo avala un colegio oficial creemos a pies juntillas lo que nos dicen, o eso pensamos.
En cuanto hablé con ellos, que no tenían ni idea (no son rastreadores de páginas de Facebook o de cualquier otra de la web), ya me dijeron que no era posible.
“Estos aparatos que nos venden no están avalados científicamente ni respaldados por ningún estudio que garanticen su efectividad”, explica Rafael Navarro, secretario general del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos.
“No merece la pena comprarlo. Esto es un engaño y estos correctores no funcionan“, me cuenta. Lo que sucede es que la ley que existe sobre publicidad de productos sanitarios no es efectiva en estos casos. Y más aún en internet, en donde se cuela cualquier cacharro o artilugio que, bien “vendido”, hace creer a quienes no encuentran solución a su problema que va a ser la panacea milagrosa capaz de curar sus males.
Así, bajo el nombre de férulas, prótesis o correctores de juanetes encuentras miles en la web. Y otra cosa es que funcione.
Por eso, el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos, en cuanto supo de la existencia de esa página web en la que decían que estaban avalados por este Consejo General, puso en manos de sus abogados este asunto para que retiraran de inmediato su nombre de la página web en cuestión.
Nuestra voz de alarma ha surtido efecto y los que vendían estos productos han retirado tanto el aval de este Consejo como el de uno de los colegios profesionales de podólogos españoles y otro sudamericano. Mantienen aún el de un instituto de podiatría y podología sudamericano, aunque no creo que puedan mantenerlo durante mucho tiempo, ya que los representantes españoles se han tomado mucho interés en destapar este fraude.
¿Cómo se curan los juanetes?
“Los juanetes se producen por la excesiva laxitud de las articulaciones de la mujer, explica Rafael Navarro. El tejido que rodea nuestras articulaciones puede ser más o menos elásticos y el conjunto de nuestros huesos necesita un tejido, una estructura para sujetarlos y unirlos. Cuando ese tejido es muy elástico, sobre todo en los niños y en las mujeres, esa elasticidad provoca mucha movilidad articular. Como posee esa capacidad para moverse y de hacer lo que quieras, el pie con el peso se empieza a chafar; es como si las patas de una silla en lugar de encolarlas con cola de carpintero las encolaras con goma. ¿Qué le pasa cuando te sientas? Que se abren las patas. Pues al pie le pasa lo mismo, se abre. La laxitud articular es mayor en las mujeres que en los hombres, aunque también hay hombres con la articulación laxa”.
La solución es hacer algo para aguantar ese pie. “Nosotros para sujetar el pie utilizamos plantillas, que es la primera solución. Con los primeros síntomas hay que realizar un estudio biomecánico y valorar cómo está el pie. Con las plantillas, frenamos la progresión del juanete y el dolor y estabilizamos el pie que es lo fundamental”, añade Rafael Navarro que, además de ostentar el cargo de secretario general en el Consejo General de Colegios de Podólogos de España, también tiene clínica en Zaragoza.
Si la deformidad es muy grande y hay dolor Rafael Navarro ya recomienda cirugía, pero lo que no aconseja en absoluto son los correctores de juanetes.
Conclusión: los correctores estos que venden por internet, al igual que el extractor de puntos negros del que ya os hablamos aquí, no sirven para nada. Para nada. No os dejéis liar y si os duelen los pies, al podólogo, que ya os dirá que tenéis que hacer, o al traumatólogo. Lo importante es el buen cuidado y no lo que anuncian por ahí sin ninguna seguridad y encima mintiendo.
A estos -no digo su nombre porque la publicidad que se hagan ellos, no desde aquí- les ha salido el tiro por la culata y han tenido que eliminar sus supuestos avalistas.