Los perfumes nicho no dejan de darnos alegrías. Repasamos algunas de los ejemplares más gozosos del año.
No los encontrarás en cualquier parte, pero eso forma parte de su atractivo. Los perfumes nicho cubren un segmento del mercado con características bien definidas. A saber, exclusividad, artesanía, calidad, pequeña distribución, materias primas lujosas, frascos singulares y ni un duro en rostros populares sobre los que cabalgar en los spots publicitarios.
Un perfume nicho se defiende solo. Como quien dice. Si quieres algo distinto al resto de ‘caldos’, sube que te llevo.
El oud es una nota poderosa, potente, amaderada y difícil de manejar. Pero cuando funciona, es una delicia que arrastra fieles a su paso. Crazy for Oud, de Mancera, combina esta exquisita (y carísima) materia prima con bergamota de Calabria, magnolia, cuero, whisky y vainilla de Madagascar.
Precio: 135 euros / 100ml.
Una rosa es una rosa, es una rosa… Especialmente en la interpretación de Roses Musk, de Montale, la edición limitada del best-seller de la firma francesa. Sólo cambia el frasco, el resto es la conocida -y embriagadora- fragancia de rosa, jazmín y almizcle. Un must para las amantes de la rosa.
Precio: 110 euros / 100ml.
Bon Parfumeur se concibió ‘para gente creativa y con culto a la belleza’. Su manifiesto incluye placer, estilo de vida, lujo sencillo, calidad, iniciación y cultura pop, ingredientes esenciales para disfrutar de los perfumes nicho en la segunda década de 2000.
Nos gusta especialmente 501, una fantasía gourmand con praliné, regaliz y pachulí.
Precio: 38 euros / 30ml.
Bella Freud, hija de Lucian Freud y nieta de Sigmund Freud a la sazón, explora las simas del subconsciente en su propuesta olfativa. Con nombres tan evocadores como Psychoanalisis, 1970, Ginsberg is God o Je t´aime Jane, propone fragancias sofisticadas e intensas que crean un aura de misterio.
Precio: a partir de 100 euros / 50ml.
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