La belleza y la juventud son poder y trabajo para muchas celebrities. Muchas son las estrellas que deciden pasar por el quirófano para embellecerse o quitarse unos años. Algunas han convertido el bisturí en una auténtica adicción.
Madonna ha cultivado el culto al cuerpo con sesiones maratonianas de gimnasia. Pero eso no retrasa la aparición de patas de gallo. La cantante se ha operado los párpados, los labios y ha eliminado las arrugas de la nariz a la boca.
La imagen inicial de Nicole Kidman poco tiene que ver con su sofisticado aspecto actual. La ex de Tom Cruise adora el Botox y se ha operado los pómulos, los labios y la nariz. Y es que esta última intervención es una de las más demandadas. También ha sido modificada por Beyoncé, Salma Hayek, Scarlett Johanson y Angelina Jolie.
Un pecho prominente suele ser el objetivo de muchas famosas, sólo hay que echar un vistazo a Pamela Anderson. Victoria Beckham también aumentó de talla para después reducírselo, buscando una imagen más discreta.
Gracias a la ayuda de la cirugía estética, Catherine Zeta Jones fue poniéndose cada vez más guapa con los años. Echa un vistazo y compara estas dos imágenes.
Sin embargo, en los últimos tiempos, tantos retoques parecen estar jugando en su contra. Según los especialistas, la frente de Catherine, tan tirante y sin una ralla de expresión, es la típica de una usuaria de bótox. Pero no sólo eso, los labios en lugar de ir perdiendo volumen con la edad, lo han ganado así que también hace pensar que se los ha rellenado. Respecto al tono opaco de la piel y a esas manchitas, dicen los expertos que son las consecuencias de una persona a la que se le ha ido de las manos lo de ponerse morena y ya se sabe que exceso de sol o de UVA es igual a más arrugas.
En nuestro país, el más claro ejemplo es Elsa Pataky. De sus primeras apariciones en “Al salir de clase” dista bastante su apariencia actual. La lista de operaciones es extensa e intensa. El repertorio, que Elsa hubiera deseado que jamás conociéramos, abarca (¡agárrate!): modificación del tabique nasal, liposucción de mejillas, aumento de pómulos, blanqueamiento y carillas dentales, delineación y aumento de labios, mamoplastia de aumento de dos tallas con prótesis de silicona, lipoescultura en trasero, lipoescultura de piernas y muslos y lipoescultura en vientre, trasero y muslos.
Hay quién dice, incluso, que su sexy lunar al lado de la boca procede de un ingenioso tatuaje. Quién sabe. La cirugía corrige defectos. Pero, sin duda, la materia prima cuenta. Aunque, ya se sabe, que todos nosotros somos, en el fondo, un diamante en bruto, que sólo hace falta pulir.