Dicen que es uno de los países más expertos en tema de uñas. El particular método de manicura rusa ha llegado para conquistar nuestras manos.
¿Sabes esas uñas de anuncio, impecables e impolutas? Pues son las que se consiguen con la manicura rusa. La técnica se basa en una utilización especial de las limas y un tratamiento específico de la cutícula. Pero nada que ver con los métodos que utilizábamos hasta ahora en España. Bienvenida a lucir las uñas que vinieron del frío.
Cómo se hace
La manicura rusa tiene tres características esenciales: no utiliza agua, no corta la cutícula sino que la pule y hace un doble pulido (con el uso de limas desechables). Recién llegada a España de la mano de Vanitas Espai, el resultado es más pulcro y el esmaltado más duradero. Te lo contamos paso a paso.
- Sin agua
En la manicura rusa no te meterán las manos en ningún cuenco de agua. Olvídate. No se emplea ningún producto para ablandar la cutícula.
- Respeto a la cutícula
¿Quién no ha sentido que el corazón se le encogía cuando le cortaban la cutícula al hacerse la manicura? Esas advertencias legendarias de “la cutícula no se corta, se empuja con un palito de naranjo” que nos llegaban desde tiempos ancestrales y que muchas manicuristas se pasaban por el forro de allí mismo. Pues bien. Con la manicura rusa, el cortar se va a acabar. El proceso no contempla cortarla. Gracias por escuchar nuestros ruegos. “Es más saludable no cortar porque la cutícula es la protección natural de la uña contra bacterias, e infecciones”, explican desde Vanitas Espai. El hecho de no cortarla tiene como consecuencia que tarda más en crecer, así que perfecto. La clave para conseguir un resultado perfecto sin cortarla está en retirar sólo la parte “muerta” con dos herramientas especiales: limas desechables y torno especial.
Por si te estás echando ya las manos a la cabeza, te aclaramos que las limas no son las tradicionales, sino que se trata de versiones desechables, con una superficie de grano especial, que pule la cutícula sin dañarla. Eso sí, es fundamental que el experto sepa ejecutar con precisión la técnica para no limar demasiado.
- Doble pulido
Terminado ese primer limado, se procede a terminar el proceso con la utilización de un torno eléctrico, que sustituye a alicates y palitos de naranjo. Sólo se emplea sobre la cutícula (nunca sobre la superficie de la uña) y dispone de distintas fresas para adaptarse a las necesidades de cada cliente. Este instrumento es el encargado de retirar la cutícula y también la clave para que el esmaltado quede preciso y sea más duradero.
En Rusia es la técnica más utilizada en los salones de manicura. Se hizo tremendamente popular por sus repetidas apariciones en Instagram, se extendió por otros países del Este y, tímidamente, se está introduciendo en España. También puedes encontrarla en centros como Siberia Salón. Si utilizas un esmaltado permanente, con la manicura rusa lucirás uñas perfectas durante casi un mes.
Como sabemos que ya te lo estás preguntando, el precio de la manicura rusa oscila entre los 28 y los 43 euros, dependiendo del tipo de esmalte.