Somewhere Tomorrow es la película en la que comenzó su carrera la Carrie Bradshaw, que ahora camina con tacones de vértigo por la fama. Toda una actriz publicitaria: imagen de Garnier con Nutritionist Omega Piel Nueva, inspiración de Patricia Field y creadora del perfume Lovely. Definitivamente el Botox, cirugía, colágeno y el retoque de nariz funcionan ¿a cuántos tratamientos poéticos-estéticos creéis que se ha sometido esta actriz? Además, un buen estilista puede resultar fundamental. Cabello electrizado tratado con Jonh Frieda, maquillaje bien avenido y Manolos para alcanzar el estrellato. Ahora, Sarah es otra celebrity como Kate Moss o Madonna que lanza su propia línea de ropa llamada Bitten, aunque ya habíamos visto algunos diseños para Gap el año pasado.¡Para que luego digan que no hay vida después de los 40! Pues la hay y después de los 50, 60, 70, etc. Tras su exitosa serie el marketing se acerca más a esta actriz que sus propios méritos en la gran pantalla. No ha destacado demasiado en sus últimas películas, a pesar de que tuviera un novio por contrato como el guapísimo Matthew McConaughey.
Una serie que nos ha convertido a algunas en auténticas frikis
Sexo en Nueva York es un icono televisivo con seguidoras de todo el mundo, yo la primera para que os voy a engañar.
El pasado mes de diciembre tuve la gran oportunidad de visitar Nueva York, ciudad que me fascina por cierto. Pues bien, mi amiga Sara (de carne y hueso) me introdujo en el mundo de las solteras neoyorkinas e hicimos un tour por Manhattan específico de la serie.
Sí, somos unas frikis pero el que no lo sea en algún aspecto que tire la primera piedra. Tengo que deciros que el autobús estaba lleno de chicas de todo el mundo: italianas, francesas, australianas, japonesas, etc. Y ningún hombre, por cierto. Nosotras éramos las únicas españolas, pero no importó porque haciendo honor al título de la serie, dicen que el lenguaje del sexo es universal.
Pasamos la tarde visitando los lugares emblemáticos de la ficción: la casa de Carrie, el bar de Eidan, la tienda de Manolo Blahnik, el Sexshop, etc. Por cierto, para qué veáis hasta que punto puede llegar la adición de algunas extranjeras que se gastaron 200 dólares en el vibrador más famoso de la televisión llamado “Rabit”. Menos mal que nuestra locura no llegó a tales extremos. Pero al fin y al cabo somos unas frikis. ¿Y vosotras? Venga, compartid con nosotras vuestros fricadas inconfesables.