El trasplante de barba es una solución efectiva cuando es rala o simplemente se le cae el pelo.
Está de moda llevar barba y, aunque no lo sepas, detrás de muchas barbas frondosas hay una barba trasplantada. Hasta hace un tiempo, realizar un trasplante de pelos en la barba era algo impensable, pero hoy en día es posible hacerlo gracias a los avances en materia capilar.
La barba se ha considerado siempre un símbolo de respeto, sabiduría, madurez y virilidad. Es uno de esos mitos que se consolidan con el tiempo y nadie hace por normalizar. Tan hombre es uno con barba como sin ella, pero un hombre con toda la barba parece que levanta pasiones.
Una de las barbas más famosas ha sido la de Fidel Castro, que se la dejó crecer por una razón práctica cuando acampaba en las montañas cubanas con su ejército rebelde. Luego comprobó el enorme poder que le confería cuando la gente comenzó a llamarlos Los Barbudos. “Nos dejamos la barba para preservar el simbolismo de la Revolución”, escribió en su autobiografía, y murió con ella.
Sin embargo, no todos los hombres tienen tanta barba. A veces, la caída del pelo en esa región impide esa frondosidad del cubano o de otros muchos barbados a los que les sienta de lujo. Véase como por ejemplo a George Clooney (aunque sin barba también está igual de impresionante) que últimamente porta una barba canosa y bien cuidada.
Javier Pedraz es el director médico de Insparya de Madrid, la clínica de la que es socio el futbolista Christiano Ronaldo. Pedraz nos explica que “en la mayoría de las ocasiones la causa suele ser la predisposición genética, pero existen otros motivos externos como las quemaduras, el estrés traumático o las cicatrices”.
Sea cual sea la causa, para la tranquilidad de muchos hombres, el trasplante es la solución eficaz y segura. En los últimos años ha experimentado un crecimiento asombroso, y en Nueva York es tendencia absoluta porque la barba ha empezado a ser un toque de distinción entre los ejecutivos más molones de la Gran Manzana.
Según explica el doctor Pedraz, “la extracción de las unidades foliculares individuales necesarias se efectúa exactamente del mismo modo que la del trasplante capilar del cuero cabelludo”. Sin embargo, se diferencia en que en el caso de la barba se utilizan unidades simples y dobles, hasta un máximo aproximado de dos mil unidades foliculares. Al no disponer de un soporte óseo uniforme, el trasplante se convierte en un proceso más delicado, por lo que requiere de equipos con gran experiencia y profesionales que permitan obtener resultados óptimos.
En la clínica Insparya se usa la técnica Dual Extration Device que consigue reducir el tiempo de la operación a la mitad; en unas 4 horas está hecho el trasplante.
Después del trasplante, la piel de la barba requiere un trato especial y unos cuidados específicos y la recuperación y ésta varía dependiendo de lo riguroso que sea el paciente y de sus hábitos alimenticios (hasta para esto es necesario comer bien).
“Los cuidados son los mismos que hay que llevar con una trasplante en la cabeza: una buena hidratación, pulverizar la zona de la barba, dormir boca arriba y no lavarla los 3 primeros días. Al cuarto día se realiza el primer lavado en la clínica”, comenta el doctor Pedraz.
Los primeros pelos salen desorganizados pero es algo normal y para lograr la dirección deseada se recomienda ayudarse de un poco de cera. Los ciclos de renovación traerán con el tiempo pelos con las características propias de una barba y en tan sólo 4 meses los pacientes comienzan a notar el crecimiento de la barba aunque los resultados definitivos llegan entre los 12 y los 18 meses.
Por supuesto, durante todo este tiempo la clínica hace revisiones en las que se controla el correcto crecimiento del pelo.
Precios: a partir de 4.500 euros
Clínica Insparya
C/ Joaquín Costa, 26
Teléfono: 911 23 75 76