Las varices han dejado de ser un problema gracias al láser y a una nueva molécula que actúa como adhesivo.
¿Tienes varices o arañas vasculares? Se trata de un problema circulatorio que afecta al correcto funcionamiento venoso en hombres y mujeres de todas las edades, aunque a partir de cierta edad aparecen con mayor frecuencia. Ahora, en otoño, es el mejor momento para abordarlas aunque dependiendo del médico que te trate también puede atacarlas en otra época del año. ¿Lo más importante? Ponerse en manos de un buen especialista.
Aún recuerdo, aunque de esto haga más de mil años, un reguero de sangre que iba desde la calle Santa Engracia, en Madrid, hasta un consultorio que había en la calle Rafael Calvo. Yo era una niña que iba al colegio y me impactó tanto esa imagen que no paré hasta saber qué había ocurrido allí. Ningún periódico contaba ningún suceso luctuoso, pero algo había pasado. Estaba claro.
Lo que había sucedido es que a una señora se le habían reventado unas varices. Nunca se me olvidó ese reguero y ahora vuelve a mi cabeza al contaros cómo podéis solucionar un problema que tiene un tratamiento fácil.
El sistema circulatorio se encarga de distribuir la sangre a través del organismo. Las venas son los conductos que transportan la sangre desde los tejidos periféricos hasta el corazón. En las venas de las piernas, la sangre fluye de forma ascendente y para contrarrestar el efecto de la gravedad, en las venas hay unas válvulas que evitan que el circuito se altere (que la sangre circule hacia bajo). Al caminar o correr, el músculo se contrae, y estas válvulas garantizan que la sangre fluya correctamente.
Cuando hay un fallo de estas válvulas y/o del mecanismo que propulsa la sangre hacia el corazón se produce el reflujo venoso que se manifiesta con varices, calambres, piernas pesadas y hormigueo.
Las padecen entre un 10% y un 15% de la población, aunque el porcentaje aumenta con la edad y el sexo -las mujeres padecemos más las varices y las arañas vasculares. Éstas últimas, también llamadas telacgiectasias, son pequeños manojos de venas rojas o azules que se forman cerca de la superficie de la piel y son muy comunes en las piernas y en el rostro.
Las arañas suele confundida con las varices y aunque son muy similares, se diferencias en que las arañas no producen dolor mientras que las varices sí.
¿Y yo puedo llegar a tener varices? Hay varios factores que elevan el riesgo de padecer varices: antecedentes familiares, edad avanzada, género, el embarazo, sobrepeso u obesidad y la falta de movimiento.
Algunos fármacos y medias de compresión pueden ayudar a tratar este problema pero siempre bajo supervisión médica (nada de le ha funcionado a la vecina del 4º C o me lo ha dicho mi amiga del alma).
Cuando ya no queda más remedio que tratarse las varices, en clínicas Dorsia aconsejan esperar a las épocas más frías, a partir de este mes de octubre. Esta clínica emplea una técnica de transiluminación, llamado Veni Lite, para observar el interior de las venas y detectar las varices y arañas que todavía no son perceptibles a la vista. El tratamiento es un procedimiento no quirúrgico que consiste en la infiltración de una microespuma en las venas afectadas, una sustancia esclerosante que actúa provocando la reabsorción y cicatrización de las varices.
Las varices desaparecen en un plazo de 4 a 8 semanas. Tras la sesión, y durante todo el tratamiento de varices, el paciente debe evitar la exposición solar en las zonas tratadas.
Foto: IML
El Instituto Médico Láser apuesta por varios tratamientos, según sea la lesión. El láser endovenoso, una tecnología mínimamente invasiva que soluciona las varices de más de 1,5 mm e insuficiencia venosa marcada. Con este láser se eliminan las varices e una sola sesión, sin hematomas ni inflamación y el paciente se puede incorporar inmediatamente a su vida normal. Este láser endovenoso está también indicado para varices graves, de más de 5 mm.
Otro nuevo procedimiento se ha unido a los tratamientos más novedosos. Se denomina VenaSeal y utiliza la fuerza de un pegamento biológico para acabar con las varices. Este pegamento es un polímero que se introduce dentro de la vena para conseguir su cierre y todo ello se hace a través de un pequeño pinchazo en la pierna. El producto sellante, absolutamente seguro y compatible con el organismo, consigue la oclusión completa de las varices.
“Una de las grandes ventajas de este método es que es posible realizarlo en cualquier época del año, incluso en épocas con temperaturas altas. Frente a otros tratamientos mínimamente invasivos como el endoláser, la radiofrecuencia o la espuma, tiene la ventaja de no necesitar el uso de medias de compresión. Al no producir hematomas ni reacciones inflamatorias sobre la vena, no hay que resguardarse del sol o del calor”, explica el doctor Fernández-Caballero, cirujano vascular de la Unidad de Flebología de Clínica Dermatológica Internacional.
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