Ya no hay excusas: el cambio climático es un hecho y la fecha tope para luchar contra él es 2030.
¡Vaya verano hemos tenido! A los incendios del Amazonas en Brasil: 72.843 focos entre enero y el 20 de agosto o la DANA de la Vega Baja del Segura y otras zonas a principios de este mes de septiembre se unen el huracán Dorian que azotó parte de la costa este de Estados Unidos, los más de 10.000 incendios en Angola, Zambia y la República Democrática del Congo en agosto de este año, más incendios en la islas Canarias, alertas de tsunami en Indonesia… ¿Qué está pasando? Pasa, ni más ni menos, que el cambio climático es ya un hecho imparable que traspasa fronteras y que no distingue entre países. Es el momento de frenar de verdad.
¿Cuántos años lleváis oyendo la cantinela del cambio climático? ¿Más de 20? ¿Más de 30? Más, más… Desde los años 60 del pasado siglo ya se hizo patente los efectos del dióxido de carbono en el clima mundial; en los 70, los científicos ya dijeron que esto había que tomárselo en serio y que los seres humanos teníamos mucho que ver en este cambio climático que iba a traer tremendas consecuencias.
Como se ha hecho poco caso y los gobiernos han estado mirando para otro lado, aunque la sociedad civil haya trabajado mucho y gracias a la matraca que han/hemos estado dando, estamos ahora como estamos.
Sólo un dato: un millón de especies están amenazadas de extinción, según lo advierte un nuevo informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES).
El año pasado, según Global Climat, fue el cuarto año más cálido desde que se tienen registros. ¿Y qué pasa si la temperatura es superior? Ni más ni menos que todo en el planeta cambiaría: habrá más sequías y falta de agua, aumentaría el nivel del mar, los animales vertebrados perderían la mitad de su población y las plantas, lo mismo; se reducirían las cosechas y la pesca. Un desastre.
Por eso, muchas asociaciones y personas individuales, que de verdad buscan el cambio, lo quieren desde ya mismo.
Seguro que habéis oído hablar de Greta Thunberg, la joven sueca de 15 años que se plantó un día ante el parlamento de su país para protestar contra la inacción ante el cambio climático, y que unos meses después levantó las conciencias con su discurso en la conferencia de Katowice sobre el cambio climático en diciembre de 2018.
Aquí está su discurso de 10 minutos que no tiene desperdicio.
Como ella, otros muchos colectivos luchan por salvar este planeta de la barbarie a la que nos sometería el cambio climático.
Uno de ellos es Save the planet now, una iniciativa española que junto a 350 ONG ha convocado a los estudiantes españoles a la Climate Strike Madrid, que partió ayer 20 de septiembre de la Gran Vía de Madrid y que finalizó en la plaza de Callao bajo el lema: “Si no hay planeta no hay futuro; entonces qué sentido tiene estudiar. Es más importante luchar por el futuro”, palabras que Greta Thumberg dijo durante su discurso en Katowice.
Aunque esté a favor de todo lo que dice Greta, reconozco que parte de este lema no me gusta demasiado. Si un joven no se prepara va a estar expuesto a algo más que al cambio climático: a la manipulación de los que sí se han preparado. La formación sigue siendo esencial incluso para frenar el cambio climático.
“Nos encontramos en un punto de no retorno, todo lo que no hagamos hoy no podremos hacerlo mañana. Estamos hablando de la sexta extinción masiva de la vida sobre este planeta y las vidas que están en juego, son las nuestras y las de nuestros hijos”, afirmó Ana Zapata, jefa de marketing de la plataforma Save the Planet Now, principal promotor de la Climate Strike Madrid junto a esas 350 ONG. Ambas organizaciones se han unido a la causa de Fridays for Future, el movimiento que la joven sueca fundó y que ha convocado a estudiantes y colegios.
Millones de personas, jóvenes en su mayoría, se lanzaron ayer a las calles de todo el mundo para decir a los gobernantes que actúen ya, que el plazo se acaba y hay que salvar el planeta.
A la manifestación del 20 de septiembre se añade el 27 la Huelga Mundial por el Clima en la que se pide “que se declare de manera inmediata la emergencia climática y se tomen las medidas concretas necesarias para reducir rápidamente a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero”. Durante esta semana, del 20 al 27 de septiembre, están convocados 5.000 actos en 156 países.
En la Conferencia de París sobre el Clima (COP21), celebrada en diciembre de 2015, 195 países firmaron el primer acuerdo vinculante mundial sobre el clima que establece un plan de acción mundial que pone el límite del calentamiento global muy por debajo de 2 ºC.
El movimiento Save the planet now busca ahora que tú te involucres apoyando una serie de acciones: las emisiones de C02, la deforestación, los residuos plásticos y el mantenimiento de la biodiversidad.
El 80% de la población mundial es consciente de la importancia de cuidar el planeta y el 35% está dispuesta a contribuir de alguna manera con aportaciones económicas.
¿Qué han hecho los de Save the planet now? Poner a tu disposición unas tarjetas de 5 o 10 euros que puedes comprar en muchos comercios que se han afiliado y apoyar uno de estos proyectos.
Los fondos recaudados van directamente a organizaciones con los mayores estándares de reputación internacional, avalados por Naciones Unidas, Voluntary Carbon Standard, R20 o universidades e instituciones gubernamentales de distintos países.
Se trata de ayudar a hacer ese cambio y el tiempo se acaba. Si estamos abocados a una sexta extinción probablemente ni tú lector o lectora ni yo lo veamos, pero posiblemente, como dice la joven sueca Greta Thunberg, ella sí lo vea o sus nietos. Si ella lo vive, mi hijo con un año más que ella, también. Y ninguno queremos que eso pase.
Por eso, utiliza todos los recursos que tienes en tu mano para salvar el planeta, que es el único que tenemos. Recicla, no uses plásticos, utiliza transporte público, compra electrodomésticos eficientes, ahorra energía, aliméntate bien, no derroches agua. Son pequeños gestos que funcionan si todos los ponemos en práctica.
¿Qué haces tú para luchar contra el cambio climático?
El cambio empieza ya. No le des más vueltas y participa.