Libre, de Yves Saint Laurent, con Dua Lipa

Dua Lipa es la embajadora de Libre, el nuevo perfume de YSL.

Ambos, el perfume y la cantante con decenas de millones de seguidores en las redes, representan a la mujer osada y con la autoestima tal y como la modeló Yves durante 40 años.

Una mujer que sólo atiende a sus propios códigos y un nuevo perfume, híbrido entre el helecho masculino y el azahar, una flor muy femenina.

Dua Lipa pasó a la historia en 2018 cuando fue la primera mujer nominada a los premios Brit en cinco categorías. Fue galardonada con el premio a mejor artista británica femenina y a la revelación femenina del año. Desde hace dos años, Dua Lipa es la artista más escuchada del mundo.

Al ritmo de I´m free de Rolling Stones surge un verdadero grito de libertad con un gran fuego interior que se destapa. Suma y sigue, su himno New rules se hizo viral y la ha llevado a alcanzar alcanzar mil millones de visualizaciones en YouTube. Una mujer de armas tomar que sabe perfectamente lo que no quiere y lo comenta con sus millones se seguidores en las redes.

A sus 23 años  es una mujer “edgy y poderosa” que remarca este aspecto con un traje de Saint Laurent. Es el estilo boyish, esa frontera tan elegante entre lo masculino y femenino que tanto éxito le proporcionó al genio de Yves, ese smoking que el genio puso por primera vez sobre la percha de una mujer.

El nuevo perfume Libre es el último eslabón de una larga cadena, Rive Gauche, Opium, Paris y muchos más. Su nombre habla de libertad, fantasía infinita, de tener la mente en las estrellas, como decía el modisto de Orán que pronunció aquella frase inolvidable antes de retirarse: El mejor vestido que puede abrazar a una mujer son los brazos de su hombre amado.

Libre ha sido creado con un par de narices, nunca mejor dicho: Anne Flipo, que decidió ser nariz cuando olió la  la flor de azahar de Marruecos por primera vez, y se ha atrevido a convertir una esencia masculina (el helecho) en una fragancia femenina, de una sensualidad blanca, dulce, femenina, alegre. Carlos Benaim, pintor y dueño de 9 galardones de la Fragance Foundation, nació en Tánger y creció rodeado de aromas de especias, flores de aroma intenso…

Desde 2011 se ha estado preparando una fragancia que parte de una estructura de fougère (helecho) usado para perfumes masculinos, con la flor de azahar femenina. Una fusión muy sexy. Además, corazón de lavanda Diva de Francia, corazón de lavandín de Francia, utilizado desde la Edad Media para perfumar la ropa, vainilla bourbon pure jungle essence de Madagascar, una nota de ámbar gris clásico… De nuevo la contradicción ‘dulce pero masculino’…

¿El frasco? un estilizado envase tallado al bisturí con una cadena dorada que se enrosca como una serpiente a la fragancia. Todo un toque de lujuria.

Libre de Yves Saint Laurent. Precio: 67,50 euros, 30 ml y 96 euros, 90 ml.