He probado las ondas de choque Storz, mi última batalla contra la celulitis, y los resultados se notan durante y después del tratamiento.
Desde la primera sesión mis piernas notaron la percusión sonora y profunda que producen estas ondas bajo la piel en su lucha contra el adipocito y las toxinas que rodean la celulitis y debilitan la circulación sanguínea y linfática. Justo en la misma frontera en que la belleza y la salud se encuentran, igual que sucede con estas ondas de choque basadas en la medicina y con buenos resultados para tratamientos estéticos que van un paso más allá.
Y de paso, también he probado un nuevo centro que no conocía: la Clínica Kiharu. Un buen nombre para estas clínicas de belleza y salud donde cuidan cada detalle de los tratamientos, siempre con fundamento médico estético y buen hacer.
Antes de empezar te hacen fotos, pero no solo en la primera y última sesión , en todas y cada una de las 5 sesiones que recibí, Karina, la esteticista que me realizó todo el tratamiento y las fotos para ir observando la mejora de la celulitis en cuanto a textura superficial. A nivel de tejido conjuntivo, una ecografía se encargó de revelar cómo estaba la situación de mi celulitis antes de empezar. Había poca grasa y muchas toxinas que era necesario drenar para reafirmar. Con este diagnóstico tan preciso se puede programar el aparato para personalizar al máximo las funciones que mis piernas necesitaban en ese momento. Un empuje para destruir la grasa y eliminarla por la orina después de un drenaje profundo.
¿Qué son y qué hacen estas ondas de choque?
Son ondas acústicas que llegan a 2 cm. de profundidad bajo la piel, nos explica la formadora de la firma de ondas de choque AWT STORZ, lo que produce un estímulo mecánico que resetea las células desde los fibroblastos, recuperando su actividad inicial en un efecto despertador celular natural.
El equipo de Sortz Medical permite programar cada tratamiento contra la celulitis de forma personalizada en función de la edad, la morfología y cualquier posible patología, ya que este aparato se creó para tratamientos médicos en medicina deportiva, rehabilitación, ortopedia… De hecho a mí me mejoraron mucho las molestias que tenía en la rodilla de una antigua lesión.
El programa habitual para una celulitis normal empieza primero por eliminar la retención de líquidos, la hinchazón o el edema, lo que se consigue en las dos primeras sesiones de tratamiento para entrar después a atacar duro al adipocito. Además de la grasa localizada, mejora el drenaje, la flacidez y trata el dolor.
Yo lo noté porque me desapareció mi dolor de rodilla que nada tiene que ver con la celulitis. Deciros que las sesiones son indoloras, pero al acercarse a los huesos puede molestar un poco durante la aplicación.
Estas mágicas ondas se pueden aplicar en todo el cuerpo, incluida la cara y según me cuentan con resultados bastante visibles.
Desde la primera sesión hay un antes y un después, primero se nota a nivel interno y después en la textura de la piel, más compacta. Ver un resultado tan inmediato, al menos a mí me anima a seguir cuidándome en mi vida diaria (ejercicio, alimentación…) Además el efecto de las ondas de choque continuará durante 2 ó 3 meses, bastará con seguir un tratamiento de mantenimiento una vez al mes o cada 3 meses, dependiendo del tipo de celulitis.
Y lo más espectacular es que en 5 sesiones de 30 minutos cada una ya se empiezan a observar resultados que pueden medirse con BodyMetrix, que hace una ecografía del tejido para observar la disminución de la adiposidad.
Precio Ondas de Choque Storz: 60 euros/ sesión de 30 minutos.
C/Hermosilla, 57. Bajo Derecha
Tel: 91 990 83 17.
Madrid
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Beatriz Peña 
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