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Con el paso de los años, nuestra piel va perdiendo aceites. Su aspecto es más seco y tirante. Van apareciendo arrugas de expresión, que se agravan por culpa de agentes externos, tales como el viento, el sol o el frío.
La cosmética puede hacer mucho por mejorar nuestro aspecto pero los productos de belleza duplican su resultado si añadimos un pequeño masaje.
¿Sabes cómo hacerlo?
En la cara los automasajes son un gesto obligado. Ya sé, a veces da pereza. O no tenemos tiempo casi ni de aplicarnos la crema, pero tu rostro lo va a agradecer. El masaje ayuda a estimular la piel y tonifica los músculos.
Los pasos son los siguientes:
1. Realizar un masaje general por todo el rostro.
Con las manos extendidas, debemos seguir la dirección de los músculos faciales, en sentido ascendente y hacia fuera.
2. Dar ligeros pellizcos con los dedos índice y pulgar. Debemos partir del centro del mentón hasta las orejas, continuar por el labio superior y los pómulos.
3. Realizar movimientos de rotación con las yemas de los dedos apoyadas en las sienes. Retomar la presión alternativamente.
4. En sentido ascendente y hacia la raíz, alisar la frente y el entrecejo por medio de pases sucesivos.
5. Para finalizar, terminar con un alisado del cuello y del escote. En el cuello, hacia abajo y en el escote, en dirección a los hombros y hacia arriba.
El automasaje facial es muy sencillo de realizar y, poco a poco, irás adquiriendo más práctica. Descongestionarás el rostro del estrés y te ayudará a mantener la elasticidad de tu piel. Relaja los tejidos, estimula los músculos de la cara y redibuja el óvalo facial.
No hace falta que le dediques mucho tiempo: bastan cinco minutos. Eso sí, preferiblemente de noche.