Cremas solares que respetan nuestros océanos

Cada año se quedan en los oceános unas 10.000 toneladas de cremas solares.

¿No os parece una barbaridad? Y no se queda ahí la cosa porque los arrecifes de coral están en peligro como consecuencia de los residuos de algunos ingredientes más comunes de las cremas solares. Sin embargo, necesitamos esas solares para protegernos la piel de los rayos solares. He aquí el dilema: hemos llegado a un punto en el que cada día incidimos más en el medio ambiente y parece que todo lo que toca el ser humano va en detrimento de la naturaleza. Busquemos soluciones.

Los colores de los corales están palidenciendo por muchas razones, y una de ellas son las sustancias tóxicas que provienen de los protectores solares. Estas espectaculares estructuras subacuáticas, que son el hogar de numerosas especies y organismos fundamentales para mantener la biodiversividad y el equilibrio del planeta, están muriendo envenenadas por diversas sustancias. La principal es la oxibenzona, un ingrediente muy utilizado en los fotoprotectores. Numerosos estudios ya han demostrado que la exposición de los arrecifes de coral a la oxibenzona -también conocida como benzofenona-3 o BP-3- provoca graves deformaciones morfológicas, daña su ADN y, lo que es aún más alarmante, actúa como perturbador endocrino. Esto último provoca que el coral se encapsule en su propio esqueleto, lo que termina provocando su muerte. También se está investigando sobre el filtro UV octinoxato (etilhexil metoxicinamato) y, aunque es menos concluyente, dado que su mecanismo podría ser similar, también está incluido en los ingredientes cosméticos bajo sospecha.

Si tenemos en cuenta la cantidad de cremas solares que vertimos al mar cada año, nos percatamos de la necesidad de tomar medidas porque salvar los corales es ya una emergencia. Los productos que protejan el medio ambiente son la solución, la única solución.

Busquemos algunos de esas cremas solares que nos protegen y, a la vez, preservar nuestros mares.

La gama Mineral Collection de Coola contiene filtros físicos como el dióxido de titanio y el óxido de zinc. El secreto de su ligereza se encuentra en que ambos minerales se formulan y encapsulan por separado, de forma que están uno distante del otro. Esto proporciona no solo una aplicación más transparente sino también una mejor protección solar, ya que las partículas activas reflejan uniformemente las radiaciones ultravioleta.  Además son productos biodegradables, respetuosos con el medio ambiente y reef friendly (no agreden la barrera de coral).

Nivea, la marca de la caja azul, apuesta por una protección que va más allá de la piel y actualmente, ninguno de los productos europeos de Nivea Sun contiene los filtros UV oxibenzona y octinoxato, sospechosos junto con otras muchas causas de poder contribuir al daño de los arrecifes de coral.

https://www.youtube.com/watch?v=hqA0Vcz0oM4

Y, además, se ha implicado junto con la Fundación Mar, experta en la conservación de la biodiversidad marina, para sensibilizar sobre la importancia de proteger la piel de la radiación UV y preservar el medio marino al mismo tiempo.

Avène, que siempre ha apostado por el cuidado de nuestros océanos, nos recuerda este año que 500 millones de personas dependen de los beneficios que los corales aportan al ecosistema. Hace unos años se hizo un estudio comparando el valor monetario de los arrecifes con otros ecosistemas, basado en la cantidad de peces y demás vida marina, los corales obtuvieron el primer lugar en valor monetario, con un valor estimado de 500.000 dólares por hectárea en los Estados Unidos. 

Biotherm, en colaboración con Ecoembes en su afán por regenerar los océanos, ha acogido una iniciativa que se enmarca dentro del Proyecto Libera, impulsado por SEO/BirdLife para prevenir y frenar la basura en los ecosistemas españoles limpiando 10 de nuestras playas donde el plástico está más presente y pone en riesgo el ecosistema.

El gigante L’Oréal, a través de su program Sharing Beauty With All, ha logrado que 38 de sus fábricas y centros de distribución sean neutros en emisiones de carbono; además, todos los productos nuevos o renovados durante 2018 han pasado por SPOT, la primera herramienta del sector de la cosmética para medir su impacto social y medioambiental y, gracias a ello, el 79% han mejorado.

Vamos avanzando. Poco a poco. Y otras marcas cosméticas y de perfumería ya trabajan en este sentido.

Loewe Perfumes se ha asociado con Ambiente Europeo en el proyecto Limpieza Internacional de Costas con el lanzamiento de la nueva fragancia Loewe Agua 44.2. El nombre hace referencia a los 44.200 frascos producidos -producto en edición numerada- de este perfume y con este nuevo aroma ayudará a Ambiente Europeo en el proyecto Limpieza Internacional de Costas, un proyecto de ciencia ciudadana que trata de concienciar sobre el problema que representan las basuras marinas, así como coordinar y llevar a cabo la limpieza de playas en España, y que en 2018 gestionó unas 4.5 toneladas de residuos recogidos en algo más de 19 000 metros de litoral.

¿Qué os parecen todas estas iniciativas? ¿Os animáis a ayudar a limpiar el planeta?