Phyto cumple 50 años de cosmética capilar con fórmulas vegetales basadas en el poder de las plantas.
Este hombre barbudo hace ya 50 años que fundó la firma de cuidado capilar Phyto, revolucionó el mundo del cabello y apostó por todo lo que ahora nos atrae: el poder vegetal, las virtudes de las plantas, la libertad de la mujer, la unión de ciencia y naturaleza…
Pocos sabíamos que Patrick Alès, su creador, era de origen español –Santander- y emigró con sus padres a Francia durante la guerra civil, donde comenzó un carrerón como experto capilar.
En la buhardilla de una masía de la Provenza, Patrick descubrió unos frascos llenos de aceites, plantas secas, extracciones misteriosas. Allí empezó su pasión por las plantas y poco despúés por cómo aplicarlas al pelo. Se convierte en peluquero, abre su salón e inventa el brushing para desenredar los rizos de la realeza internacional. Enseguida se da cuenta de que la química y los ácidos dominan los productos capilares e inventa en 1967 la Phytothératrie, cuidado del cabello a través de las plantas.
En 1969 creaba sus laboratorios Phytosolba mientras el mundo nos sacudía con muchas sorpresas: el primer vuelo del Concorde, los hippies y la emblemática Easy Rider, cuatro tipos que cruzaban Abbey Road… Patrick modernizaba el pelo de Jane Birkin mientras Vidal Sassoon se lo cortaba a lo chico a Twiggy.
Con amor, plantas y tecnología aparece en 1968 su crema de día para el pelo, Phyto 7, (¿por qué no si cada día usamos nuestra hidratante?). Sigue innovando con su phytodéfrissant para tratar el gran mal capilar contemporáneo: el encrespamiento. Ya en 1974 inventa un aceite para proteger el pelo del sol, Phyto Plage. Otro para la caída del pelo, una coloración –Phytocyane– con alta concentración en pigmentos vegetales para no agredir al cuero cabelludo. Pioneros en tratamientos de queratina, en 2014 lanzan Phytosquam, una bomba contra la caspa….
Q
En 2019, Phyto se reinventa y mantiene su compromiso con el medio ambiente, con las fórmulas sin sulfatos, envases reciclables y, para celebrar el 50 aniversario, lanza la línea Phytodetox, una gama dedicada al cuero cabelludo y el cabello contaminados por la vida urbana, la polución, la sequedad ambiental. Curiosamente, y no sé por qué, es cierto que el pelo que vive en la ciudad se nos suele volver graso en la raíz y seco ‘de medias’ a puntas. A mí la primera. Para desintoxicar el pelo Phytodetox introduce aceite esencial de eucalipto, extracto de kumquat, bardana… Tres productos: Una mascarilla pre champú, un champú detoxifrcante refrescante y un spray anti olor que acaba con el olor a tabaco o a fritura.
Precio: Entre 10,90 y 19,90 euros.
Conclusión: tanto el ritmo de vida que nos impone el asfalto como la ansiedad, los embarazos o partos, o los cambios hormonales inciden directamente en la salud capilar. Antes existía un mismo champú para toda la familia, lleno de detergente y que hacía muchísima espuma, pero hoy en día podemos desestresar, calmar, rizar o hacer brillar todo el pelo en función de nuestro problema y sin apretar mucho el bolsillo.