He probado el centro de la doctora Martín con dos tipos de infiltraciones médico estéticas.
“Te haré el tratamiento básico que toda persona se podría hacer para mejorar la calidad de su piel”, me comentó la doctora en la primera toma de contacto. “Se compone de un inyectable de ácido Hialurónico puro y, en otra sesión, un peeling con peróxido de hidrógeno y ácido kójico. Es suave, el único que se puede hacer en verano, y no te pelarás, es compatible con el ritmo cotidiano. El resultado es una renovación del tejido muy notable”.
Con esta hoja de ruta inicié un mini-periplo, en dos tandas, de estimulación a mis mermadas reservas de colágeno y elastina. Primero, los pinchazos de ácido Hialurónico y la semana siguiente, el peeling.
Así he respondido a estos tratamientos de medicina estética.
Profhilo, que así se llama este ácido Hialurónico ultrapuro si atendemos a la marca registrada, alcanza una concentración de 64mg en una jeringa de 2ml. Esta sustancia se expande bajo la piel sin dejar bultos ni irregularidades y consigue remodelar el tejido y mejorar la flacidez en cuestión de 5 minutos de soportar los pinchazos. En cuanto a este aspecto en concreto, tengo que decir que la técnica de la doctora Carmen Martín es de las mejores –cuando no la mejor- que este sufrido Conejillo de Indias ha probado. Y vuelvo a la primera persona para decir ‘aún más’: probablemente es la primera vez que no se me cae una lágrima en medio de este tipo de ‘ceremonia’ medicoestética.
Además, pude probar la técnica BAP de 10 puntos en el cuello, tosa una coreografía de inyecciones que consiste en trazar tres imaginarias líneas maestras para depositar el AH.
¿El resultado? Notable desde el día siguiente, aunque empieza a manifestar todo su esplendor a los 15 días. Se ve un tono más uniforme, piel más tersa, contornos mejor dibujados. Y ni un solo hematoma, aunque sí un pelín de molestia en zonas críticas, como la frente (la pobre está mucho más descarnada que el pómulo, y se nota).
Nunca me había hecho un peeling hasta la fecha. Tengo la piel muy fina y normalmente me proponen otra clase de tratamientos. Si compartes esta condición, estás de enhorabuena. El nuevo peeling PRX-T33 con ácido kójico al 5% es tan respetuoso con el tejido, que se adecúa a las pieles cuasi transparantes ¡y al verano!
Efectivamente: cuando la inmensa mayoría de peelings se realiza en invierno, éste admite la caída en picado del astro rey puesto que no es fotosensibilizante, aunque tendrás que usar crema con un alto factor de protección solar unos días después, claro –tendrías que usarla de cualquier manera, guiño-guiño-.
Imagínate si será delicada la pócima, que una piel reactiva y finolis como la mía no sólo ha salido indemne a cualquier signo de agresión, sino que la encuentro ciertamente rejuvenecida.
Es, además, muy rápido. Te ponen una capa fina de producto. Esperan a ver si reaccionas negativamente. Una vez hecha esta comprobación, una mascarilla de producto que favorece la penetración de los activos exfoliantes. Chim-pún.
Con ello puesto (es totalmente incoloro, aunque de aspecto brillante), te vas a tu casa y te lavas la cara con un jabón neutro en el tiempo que paute la experta. En mi caso, hora y media.
El tratamiento continúa con la aplicación día y noche de un bálsamo cicatrizante durante 6 días, si bien, aunque lo he usado religiosamente, no he notado que lo necesitara puesto que no me pelé ni se me alteró la piel. Más bien al revés: los poros y marcas prácticamente han desaparecido, la superficie de la piel está muy lisa, se ve más blanca y está muy suave al tacto. Creo que he encontrado mi tratamiento de medicina estética. Toma nota si tienes manchas puesto que también podría ser el tuyo.
Precios:
Inyección de Profhilo: 290 euros / sesión (se recomiendan 2 al año).
Peeling PRX-T33: 150 euros (2-3 sesiones al año en función del estado de la piel).
Centro de Medicina Estética Carmen Martín Marcos.
General Arrando, 42. Bajo Derecha A.
28010, Madrid.
Tel: 910173988.