En invierno tu piel necesita protección contra el frío y extra de nutrición.
Frío, lluvia, nieve, viento… Y, claro, cambios de temperatura en cuanto nos resguardamos en alguna cafetería para señoras bien.
El invierno trae consigo toda una serie de ‘inclemencias’, como se las conoce poco cariñosamente. Lo siento mucho, la vida es así, no la he inventado yo. Afortunadamente, contamos con un sinfín de soluciones cosméticas para mantener la piel a salvo de la deshidratación.
Cuídala ahora: lo agradecerás a (muy) corto plazo (nada más incómodo que una piel seca) y en el futuro (la pobre piel poco humectada ‘se venga’ agrietándose y formando arruga).
¿Consejos para decidir qué diablos nos ponemos en el careto? Los expertos de Pierre Fabre nos animan a coger la lupa y elegir cremas hidratantes con ingredientes como la urea (atrae el agua hacia el interior de la piel), lípidos emolientes (ayudan a retener el agua en las capas profundas de la dermis), ácido Hialurónico (activo hidratante por excelencia)… Aplícalas a placer dos veces al día sobre las zonas más expuestas (rostro, labios y manos) y ¡no olvides los aceites! Actualmente existen fórmulas ‘en seco’ que hidratan y nutren una barbarie sin engrasar la piel.
También es recomendable añadir un ‘momento exfoliante’ a la rutina de cuidado semanal. Ayuda a eliminar células muertas e iluminar la piel, algo ciertamente útil cuando el invierno hace aflorar la cara de acelga mustia. Añade, además, un cosmético que contenga vitamina C para potenciar la luminosidad.
La limpieza es el gesto básico que repetimos dos veces al día, de modo que es importante elegir una fórmula suave, incluso ‘para pieles sensibles’, con el fin de compensar la agresión que efectúa el frío en la piel.
Manos y labios requieren un cuidado especial, como muy probablemente hayas notado (he asistido a auténticos dramas de amigas que habían olvidado la crema de manos o el bálsamo labial). Ambas zonas responden bien a los cuidados nocturnos: úntate a dolor cada noche con cuidados específicos y verás cómo aguantas mejor el día siguiente. Una o dos veces en semana, puedes aplicar un exfoliante específico antes del emplasto hidratante.
Durante la noche, en general, céntrate en un concepto: nutrir. Todo lo que venga acompañado de la coletilla ‘nutritivo’ es tu aliado.
¡Y no olvides súpervitaminarte y mineralizarte con alimentos frescos de temporada! Feliz invierno.