Efecto jugoso sin un solo brillo. No lo llames utopía, llámalo glow.
Las pieles cetrinas y mustias suspiran por conseguir este lustre de rabiosa (y duradera) tendencia, pero también las que detestan el acabado mate. El glow (o dewy, que significa literalmente ‘rociado’), proyecta un look jugoso, saludable y terso como el de una manzana recién glaseada. Eso sí: con los brillos bajo control. Fetén de la morte para los acontecimientos navideños que se nos avecinan.
Aquí va nuestra selección de productos recomendados y algunos trucos expertos para conseguir una piel ¡resplandeciente!
¿Cómo resolver esta aparente paradoja de la piel satinada en su justa medida, sin brillos ‘chirriantes’? Paola Giugliotta, directora de las firmas Sepai y APoEM y Master en Dermocosmética, nos recomienda “una crema de alto poder hidratante que, además, garantice luminosidad” (para ello, busca una fórmula que contenga vitamina C, ácido glicólico, extractos de frutas cítricas, oro u otros principios activos capaces de iluminar la piel con eficacia).
Otra idea es apostar por los pigmentos “nacarados o iridiscentes” como línea directa al efecto glow o “añadir unas gotas de aceite a tu fond de teint”. ¡Pocas! Bastan 2 o 3, bien mezcladas en la palma de la mano, para convertir la base de maquillaje en la fantasía glowy soñada.
Si te estás iniciando en esto de la piel jugosa y quieres manejarlo con precaución, céntrate en trabajar “mejillas y mentón, puesto que son zonas en las que favorece especialmente”, en lugar de extender el glow por todo el rostro. Y, por supuesto, no te olvides de exfoliar tu piel con cierta regularidad (entre una y tres veces por semana) para dejar la superficie lisa y que refleje mejor la luz. ¿Qué te parecen estas propuestas de Lancôme e YSL para dar brillo y resplandor a tu cara bonita?