La oxigenoterapia facial, un nuevo tratamiento al que se apuntan celebrities como Madonna, Victoria Beckham, Pilar Rubio o Eva González.
Y yo he tenido la suerte de poder probar uno de estos tratamientos de celebrity de oxigenoterapia facial en el salón de Rogelaine Lifestyle, un tratamiento profesional en cabina que se realiza utilizando un aerógrafo cargado con un suero rejuvenecedor a base de oxígeno. Los resultados prometen porque activa la regeneración de los tejidos y promueve la formación de colágeno y elastina, además de frenar el descenso de los niveles de oxígeno en las células.
Rogelaine Lifestyle es un centro especializado en el cabello asentado en Madrid desde 2012 y puesto en marcha por la brasileña Rogelaine Tomé da Costa. Además del cabello, también ofrecen una carta de tratamientos de belleza. Y uno de ellos es el que he probado. Os cuento en qué consiste.
La oxigenoterapia que me ha realizado María, una ucraniana afincada en Madrid desde hace 18 años y que es la que realiza estos tratamientos en Rogelaine Lifestyle, se combina con productos de germen de arroz que, según me cuenta María, le van de maravilla a la oxigenoterapia.
Además de lo que os he contado sobre los beneficios de este protocolo en la piel, la oxigenotarapia estimula la producción de ATP mitocondrial, revitaliza e ilumina la piel, calma y mejora la reactividad de la piel, la cuperosis o la rosácea, redensifica la dermis a niveles profundos y rellena y suaviza las líneas finas de expresión y las arrugas gravitacionales.
El tratamiento dura aproximadamente una hora y es muy agradable. Primero, María me ha preparado la piel limpiándola y exfoliándola para que el oxígeno llegue mejor. La limpiadora, en forma de gel, se convierte en aceite y permite abrir bien los poros para luego trabajar con los principios activos que necesite tu piel: ácido hialurónico, silicio orgánico, vitamina C, péptidos, viales con efecto bótox. En mi caso, lo que me conviene es la vitamina C.
Lo siguiente es pasar el aerógrafo sobre mi rostro con delicadeza y de manera uniforme para aplicar el oxígeno y los principios activos en forma de una suave nebulización, proceso que
dura entre 30 y 60 minutos. Las pasadas del aerógrafo son muy agradables y lo que notas en la piel es como si estuvieran refrescándola con pequeños chorros de aire.
La presión de la solución cosmética nebulizada crea una “depresión” en la piel, provocando que las células epidérmicas se distancien, creando pequeños micro-canales que, a través de la micro-inyección, transportan los concentrados biológicos. Gracias a este método, los principios activos quedan atrapados en el interior de la piel y regeneran en profundidad los tejidos.
María empezó primero con la mitad derecha de la cara para que, una vez acabada, viera el efecto del tratamiento. Y sí, se nota: menos ojeras (mi particular caballo de batalla), más luz, más lisa y más rellenada.
El efecto flash es casi inmediato y, además, además es acumulativo; cuantas más sesiones te apliquen mejor notarás la piel, claro. Con la primera sesión se nota ese efecto 4 o 5 días; con la siguiente, una semana; con la tercera, dos semanas; la siguiente, dura un mes el efecto y luego se recomienda seguir con una sesión cada mes para mantenimiento.
Una vez que ha acabado de dar oxígeno a mi piel, con otro manípulo logra que se cierre el poro para dejar que el principio activo actúe.
Finalmente se realiza un masaje manual made in Rogelaine para facilitar aún más la penetración de los activos y continuar con la relajación. Por último, hidratante y protección solar.
Se recomienda no lavarse la cara en las siguientes horas.
Precio: 75 euros la sesión y 375 euros, 6 sesiones
Calle de Embajadores, 274,
28045 Madrid
Teléfono: 915 27 37 24