Tener velas encendidas equivale a Navidad. ¿Tu también enciendes una?
Iluminar la casa con velas es sinónimo de confort, hogar, añoranza, días en familia, aromas especiales… Decorar la casa con el árbol de Navidad, el belén y algunos símbolos más de estas fechas y ya estás dentro de la tradición navideña.
No te despistes: aunque no te guste, las Fiestas del último mes del año acabarán por atraparte. No las huyas porque terminarás por caer en sus redes.
Y en tu salón y en tu mesa siempre habrá lugar para alguna vela… o para muchas.
No te hagas la remolona, que ya estamos con el anuncio de la lotería y la versión del Día de la marmota, el “ven a casa por Navidad” y los folletos repletos de regalos. Como no te va a quedar otra que apechugar con cenas, comidas, cuñados, primos y compañeros de trabajo, ármate de valor y, al menos ¡disfruta!
Saca de tu alma esa juerguista que llevas dentro, o esa tradicional, que pone un gigantesco belén, o esa que se va de compras buscando el mejor regalo para tu mejor compañero de vida y para tus hijos.
¡Qué demonios! Vamos a divertirnos en Navidad. Saca la zambomba, el turrón, la pandereta y la peladillas (qué viejuno lo de las peladillas), y no te olvides de adornar tu casa, esa que hoy está desordenada pero en la que te matarás para que la noche del 24 de diciembre luzca resplandeciente. ¿Ah, que viene tu suegra? Mejor… ponle unas velas de las más bonitas y déjala ojiplática.
Cire Trudon, la cerería más antigua del mundo, nació en Francia en 1643 y fue el proveedor de la corte real de Luis XIV, nos regala cada año por estas fechas nuevos aromas. Este año celebra la temporada festiva con tres exclusivos aromas: incienso tradicional, notas de papiro y una madera confitada que anima el alma y rinde tributo al poder del antiguo Egipto, presente en la atemporal geografía de Philae, una isla protegida en el Nilo, la fuerza de Amón, el dios reverenciado y misterioso, y la visionaria arquitectura de las pirámides de Gizeh.
En las cajas, elaboradas a mano, los jeroglíficos recuerdan algunos enigmas de la civilización egipcia, como una rama de papiro, un águila o una mano, y el nombre de cada vela está escrito de forma distinta en cada una sugiriendo un tesoro, una divinidad secreta o una geografía.
La vela Amón, de color más rojo, tiene aromas de rosa y aldehídos en cabeza; pachulí y haba tonka en el corazón y en la base, madera de sándalo y cedro. La Gizeh, de color azúl verdoso, muestra aromas de abedul y marrón glacé en cabeza; musgo y madera de cashemer en el corazón y en la base, cedro, almizcle y pachulí, y la de color más violeta, de nombre Philae, huela a jara y pimienta en cabeza; papiro y cedro en el corazón y vetiver y labdanum en la base.
Precio: 75 euros
De venta en su web, en tiendas especializadas y en Amazon
Con Diptyque vas a descubrir “La leyenda del Norte”, una historia maravillosa en la que las velas perfumadas de la marca adquieren poderes mágicos.
Para la edición de 2018, diptyque se une de nuevo con un cómplice, Pierre Marie, un artista parisino con un universo singular, que trabaja con mayor frecuencia para la moda y la decoración pero que en esta ocasión ha recreado su mundo en las aromáticas velas de la empresa francesa; una compañía que no comenzó su andadura con estas candelas sino como una editorial y que fue cambiando el paso hasta hacerse conocida por sus perfumes.
Este año, con “La leyenda del norte”, Pierre Marie ha creado una leyenda de invierno, una puesta en escena de los espíritus de un folklore imaginario, una historia contada con la complicidad del fotógrafo Ahmed Terbaoui, en la que las velas diptyque ocultan poderes mágicos. Cada una representa, por su decoración y su aroma, uno de los espíritus de la leyenda, y guarda un secreto que se revela durante un ritual de invocación.
La vela almendra exquisita huele a esencia de almendra amarga, heliotropo y haba tonka; la bálsamo de ámbar, a benjuí, esencia de lavanda y vainilla, y la vela abeto de luz desprende aromas de abeto siberiano, abeto balsámico canadiense y cedro. Todas están en dos tamaños: de 70 y de 190 gramos.
Precio: 32 euros la de 70 gr. y 60 euros, la de 190 gr.
De venta en su web, y en las tiendas Diptypque en España.
No te lo pienses más y ¡dale candela!