El Black Friday cumple su séptima edición en España. El año pasado se vendió un 30% más que el año anterior.
El Black Friday es una plaga. Todos estamos esperando ese día –23 de noviembre– para lanzarnos con desenfreno a comprar. ¡Comprar, comprar, comprar! Que nos volvemos locos con tanto descuento. ¿O no hay tanto descuento y nos creemos lo que nos dicen? Tranquilízate, que no se lo van a llevar todo. Apuesta por lo que realmente necesitas y no te des a la orgía del Black Friday.
¿Te vas a lanzar a la calle como una “pretty woman” para comprar todo lo que se te pasa por la cabeza? El consumismo navideño se ha adelantado en los últimos años. Las ofertas y promociones nos invaden, las tarjetas de crédito echan humo y sentimos un afán incontrolable por comprar y, más de comprar chollos. Pero, ¿hasta qué punto puede convertirse en una adicción?
Raquel Fernández y Noelia Luna, psicólogas y sexólogas de Ishtar Psicólogos, nos desvelan las claves del síndrome del shopping y comparten consejos para evitar las compras compulsivas en estas fechas.
Ahora más acentuado por la sociedad consumista en la que vivimos, el síndrome de compra compulsiva -denominado oniomanía o shoppingmanía– es un tipo específico de alteración del comportamiento, semejante a la adicción, por el cual una persona es incapaz de controlar sus tendencias e impulsos que le llevan a comprar.
Padeces este trastorno si tiendes a comprar objetos inútiles, adquieres objetos que no se relacionan con tus gustos o compras que superan tu poder adquisitivo.
Una de las diferencias esenciales entre la adquisición normal y la patológica son las sensaciones que experimentan los compradores. En el momento de la compra las personas experimentan sentimientos contradictorios muy fuertes que pasan por varias fases:
- Se experimenta algo parecido a un estado hipnótico provocado por el producto. Es una etapa de dudas, excitación y pérdida de control.
- La persona decide comprar el producto y se regodea en esta idea. Experimenta sentimientos de bienestar y felicidad.
- Y luego se arrepiente de haber comprado y se percata que cedió una vez más a sus impulsos. En esta fase toma protagonismo el sentimiento de culpa y vergüenza.
Si notas que tus compras están fuera de control, pide ayuda, que no pasa nada y saldrás beneficiada.
Para evitar las compras compulsivas procura:
- Planea tus compras. No dejes nada a la improvisación. Piensa, reflexiona y toma conciencia de lo que realmente necesitas comprar.
- Sé realista. Compra “con cabeza”. Prepara un presupuesto adaptado a tus posibilidades para evitar futuros agobios. Tómate tu tiempo, compara precios, ofertas y promociones para escoger lo más beneficioso.
- Evita las compras cuando estés triste. No es bueno sustituir una emoción por la compra de objetos. En cuanto hayas pagado descubrirás que no te ha reconfortado y que el problema no se ha esfumado. Al contrario, aumentará tu sentimiento de culpa y te sentirás peor.
- Compra en compañía. Un amigo o un familiar pueden ser tus mejores aliados, te ayudarán a controlar y te aconsejarán en cada compra. Además, disfrutaréis de un agradable paseo.
- No compres lo primero que caiga en tus manos. Medita la decisión, no te dejes llevar por la insistencia de los vendedores. Consúltalo con la almohada y pregúntate si realmente lo necesitas o es lo que estabas buscando.
Estas fechas se han hecho para comprar; después del Black Friday viene el Ciber Monday, después Papá Noel, después Reyes y después las rebajas. ¿Vas a poder con todo este desenfreno? ¡Uf, ya estoy agotada de pensarlo!
¿Compras por comprar o lo haces con cabeza?