El culo soñado existe. Y lo puedes conseguir.
Yo no he soñado con una granja en África. He soñado con una orografía mucho más interesante. Con un relieve respingón, inasequible a las leyes de la física y de la naturaleza. Incluso a la perversa e incomprensible actividad disimuladora de una falda de vuelo, la gran saboteadora de la sentadilla más dura. Yo he soñado con un culo. Mi culo.
¿Te reconoces en esta ambición postrera y, ehm, un tanto a la retaguardia? –para qué negarlo-. Si, además, te gusta bailar, te encantará Booty Shape Movement, la nueva disciplina que está llegando poco a poco a los gimnasios a través de Erika Sanz, ex UPA Dance y creadora de esta técnica que promete acabar de una vez por todas, y para siempre, con la maldición genética del culo-carpeta.
Todo, en una clase colectiva (igual a diversión) de 50 minutos que combina lo mejor del baile con el fitness y en la que se puede quemar entre 500 y 800 kilocalorías.
En Booty Shape Movement, la música lo es todo. La clase se desarrolla con una coreografía sencilla marcada por ritmos latinos y urbanos que incorpora ejercicios de tonificación específicos para el culo (es posible que en las clases te encuentres gente que lo llame ‘glúteo’), las piernas, los brazos, el abdomen y la espalda.
Es apta para todos los públicos, no es necesario haber bailado antes, y la dificultad de los ejercicios se puede adaptar al propio nivel para ir progresando al propio ritmo. ¿Acaso no notas ya cómo te pide movimiento tu cu-cú?
Otros beneficios son la reducción de la celulitis, el aumento general de la tonicidad, la flexibilidad y la fuerza, la mejora de la calidad del sueño, coordinación y estado de ánimo, y el desarrollo del sentido musical. ¡Ah, y por si no había quedado claro! Todo ello con un culo estupendo.
Booty Shape Movement se ha presentado hoy y llegará en breve a centros autorizados. ¡Busca el tuyo!