Con motivo del Día del Cáncer de Mama analizamos las mentiras más habituales en torno al tumor más frecuente entre las mujeres.
El 19 de octubre es un día para concienciar, para poner datos encima de la mesa y hacer visible el cáncer de mama, una enfermedad con la que actualmente luchan mujeres los 365 días del año, no uno en particular. Una fecha idónea para desmentir bulos, para tirar por tierra esas falsas informaciones que a todas nos han llegado por correo electrónico, whastapp o redes sociales en más de una ocasión y que terminan sembrando la duda. Ya decía Göbbels que “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.
No hay más que visitar la útil plataforma digital Salud sin Bulos, creada hace relativamente poco y promovida por la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES), para descubrir la cantidad de bulos que circulan en torno al Cáncer de Mama.
“Los sujetadores con aros provocan cáncer de mama”. ¿Cuántas veces lo has oído o leído?, ¿en cuantas ocasiones no has ido a comprarte un sujetador y has dudado si comprarlo con aros por miedo a que esto fuera cierto? Según la Asociación Española contra el Cáncer “no está demostrada ninguna relación entre el uso de sujetadores con aros y cáncer de mama”.
Quizá uno de los últimos bulos –yo lo he recibido hace poco- sea el que habla del peligro que las mamografías suponen para la tiroides y de cómo los profesionales encargados de realizarlas no facilitan, si no se lo pides expresamente, una especie de babero para cubrir la tiroides y protegerla de la radiación. Pues bien, según recoge el portal Salud sin Bulos, la Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR), explica, en un informe un informe por qué no es necesario utilizar un protector plomado de tiroides al hacerse una mamografía: “Durante la realización de la mamografía el tiroides no está expuesto directamente al haz de RX. Esto, junto a la técnica radiográfica utilizada, y al pequeño volumen irradiado, hace que la dosis de radiación dispersa recibida por el tiroides sea insignificante”. Y la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT) niega que una mamografía pueda causar un cáncer de tiroides: “La exposición a los rayos X de rutina (dentales, radiografías de tórax, mamografías) no causa cáncer de tiroides”.
Otro clásico es que los desodorantes pueden provocar cáncer de mama. En palabras de María Herrera de la Muela, coordinadora de la Unidad de Patología Mamaria del Instituto de Salud de la Mujer del Hospital Clínico San Carlos, durante I Simposion #CáncersinBulos “No se ha podido demostrar que el clorhidrato de aluminio que contienen algunos antitranspirantes esté relacionado con el cáncer de mama”.
María Herrera de la Muela también desmiente la infinidad de rumores sobre plantas, hierbas y otros ingredientes capaces de curar el cáncer de mama porque “No existe ningún estudio científico que demuestre que exista ningún tipo de hierba o combinación que sea eficaz en el tratamiento del cáncer. De hecho, algunas de ellas pueden ser perjudiciales e interferir con el funcionamiento de los tratamientos antitumorales”. En esa misma línea va la opinión del Dr. Rubén Baltà, ginecólogo y experto de Doctoralia “Realmente lo que está claramente demostrado que puede ayudar a disminuir los factores de riesgo modificables de cáncer de mama es la ingesta de fruta y verduras y la realización de un estilo de vida saludable con deporte. Los otros elementos, si se incluyen en unos hábitos de vida saludables, pueden ayudar a intentar prevenir el cáncer de mama”.
Tampoco es cierto que los teléfonos móviles o los microondas sean cancerígenos.
¿Cuál es el último bulo sobre el cáncer de mama que te ha llegado?