Lipocils, el producto icónico de Talika, ha vendido 8 millones de envases en 10 años.
Lipocils es la mayor y mejor apuesta de Talika, la empresa de cosmética francesa que acaba de cumplir 70 años. Con motivo de este feliz aniversario cosmético, su presidente, Alexis de Brosses ha venido a España para presentar sus nuevos productos y, de paso, nos ha contado sus comienzos en Talika y su visión de futuro, no sólo en la empresa.
Charlar con Alexis de Brosses, el gran jefe de Talika, es una tarea muy sencilla y no porque hable un español casi perfecto con un acento muy parisino, sino porque todo lo explica con pasión y con ganas de interesar a quien le escuche, en este caso yo. A pesar de que estaba griposo, le apetecía contar su vida al frente de esta empresa que se guía por la innovación y contar cómo cuando se empeña en hacer un nuevo producto lo hace aunque su equipo oponga cierta resistencia porque no lo vea tan claro como lo ve él. Su poder de convicción debe ser muy bueno cuando consigue que todos le sigan.
Belleza Pura: ¿Cuál es el punto más fuerte de Talika?
Alexis de Brosses: “La fuerza de Talika para mí realmente es el corazón, la razón de ser. No hablo de marketing ahora, sino de que si estamos alineados con nuestro destino nada puede quebrarnos. Lo que queremos es ayudar a la mujer a irradiar belleza. Y por eso estamos en contacto con la naturaleza y con las mujeres. Y cuanta más energía damos, más fuerte estamos porque la energía de la naturaleza es infinita. Ahora hacemos 70 años pero Talika no tiene porqué morir. Sólo morirá si muere la naturaleza”.
B. P.: ¿Sólo va dirigido a mujeres?
A. de B.: “No también va dirigido a hombres. Yo utilizo la luz. Hace tres meses tuve un accidente de surf en el que perdí todos mis dientes, mi labio inferior estaba roto y caído hacia abajo. He estado utilizando el aparato este de luz (me muestra uno de los dispositivos de electroestimulación de la marca) y los doctores no se explicaban cómo me había repuesto en tan poco tiempo. Sí en muy poco tiempo pero yo estaba todo el tiempo que podía usándolo”. (Nadie diría que ha tenido un accidente hace tan poco tiempo).
B. P.: Usted compró Talika en 1996.
A. de B.: “La señora Daniel Roche desarrolló Talika y mi tío, que era el distribuidor de Talika en México le dijo a mi madre que tenía que comprar esta fórmula porque era increíble. En esos años, mi madre tenía una perfumería en París y vendió su negocio para comprar Talika. Entonces, mi tío compro muchos productos para América y México pero nunca pagaba a su hermana, y mi madre cayó en bancarrota. En aquella época yo tenía otra vida, estaba en África con un velero ayudando a la gente, viajando… Podía exprimir mi amor por la naturaleza de una manera increíble pero mi madre me pidió ayuda. Así que asumí todas las deudas, y eso que no tenía nada… Pero empecé para ayudar a mi madre y, al final Talika ha sido la suerte de mi vida: descubrir, trabajar, viajar, transmitir… No hay nada mejor”.
Para quien no lo sepa, los orígenes de Talika se forjaron en 1948 cuando Danielle Roches (quien vendió la marca a la madre del actual presidente), enfermera del Departamento de Oftalmología del hospital de París, ante la carencia de productos formuló un bálsamo con plantas para tratar los ojos de los heridos de guerra. Aquello funcionaba pero tenía un efecto secundario impensable: hacía crecer las pestañas y las cejas. Danielle Roches compartió su descubrimiento con otras mujeres y, finalmente, comercializó el primer producto para estimular el crecimiento de las pestañas. Cuando Alexis de Brosses se hizo con el control de Talika, el primer paso fue modernizar su fórmula medicinal creando el primer gel para activar el crecimiento de las pestañas: Lipocils.
B. P.: ¿Cuál es el producto más vendido de Talika a lo largo de su historia?
A. de B.: “El más vendido ha sido Lipocils, del que ya llevamos más de 8 millones de unidades vendidas desde yo he estoy en la empresa. Pero hay que saber que cuando yo comencé en ella sólo había una persona trabajando, que era yo. Fui el germen de Talika y poco a poco las ventas aumentaron”.
B. P.: ¿Y de qué producto se siente más satisfecho?
A. de B.: (Titubea) “Nunca estoy totalmente satisfecho; lo que me satisface es cuando encuentro a una persona que me dice cuánto le gusta un producto de Talika. Cuando desarrollamos un producto realmente hay amor con ese producto, y cuando ya está en la calle el amor pervive pero ya es un producto que no me pertenece más. Mi energía va hacia el siguiente producto siguiente. Mis ‘niños’ me gustan y los quiero a todos”.
B. P.: ¿Cómo se plantea hacer un nuevo producto; cuál es su trabajo mental?
A. B.: “Para pensar en un nuevo producto yo necesito soledad, silencio y olvidarme de todo. Noto como una voz que me inspira y me dice por dónde tengo que ir por ahí. Hablo entonces con mi equipo y le digo tenemos que ir por esa dirección y, aunque digan que eso no es posible yo digo que sí si creo que es posible (y lo dice con una tranquilidad pasmosa, no se altera y tampoco creo que sea altere con su equipo; simplemente intenta convencerlos porque él está seguro de cuál es el camino). Incluso hay algunos productos que son estupendos pero que no los hemos lanzado”.
B. P.: Así que cuando reúne a su equipo, van todos asustados pensando cuál es el siguiente reto…
A. de B.: “Sí, sobre todo también porque cuando tengo el producto acabado siempre creo que teníamos que haber hecho esto o que se nos ha olvidado lo otro… Lo hubiera hecho un poco diferente, porque siempre se puede hacer algo mejor, siempre hay algo más que hacer. Baudelaire dice en el poema Las flores del mal que ‘La naturaleza es un templo donde vivos pilares dejan salir a veces sus confusas palabras’. Mi trabajo es caminar, andar por la naturaleza y creo que las confusas palabras que consigo descifrar quiere decir qué será el próximo producto. La naturaleza es la que me habla para decirme: esto es lo próximo que tienes que hacer. Y como hablo con muchas personas alrededor del mundo puedo ver qué es lo que está necesitando la gente. Y puedo encontrar una tecnología para hacer eso que quiero hacer.”
B. P.: ¿Ya le ha dicho la naturaleza que es lo que va a hacer para el año que viene?
A. de B.: “Sí, claro, claro. Quiero ir más allá en la combinación de esas tecnologías como microestimulacion con luz. Y hay una cosa que falta y que los dispositivos con luz no hacen y es la hidratación. Estoy buscando una manera de aumentar la hidratación. Todavía las palabras de la naturaleza están un poco oscuras pero por ahí vamos por ahí. También el próximo año nos vamos a enfocar en la mirada: productos para la mirada y productos con súper poderes. La única palabra en la que el éxito está antes que el trabajo es en el diccionario“.
De momento, este año, Alexis de Brosses ha venido cargado con la edición limitada de Lipocils Expert, su producto icónico, elaborado con hamamelis, manzana, ortiga, castaño de indias y hierba de San Juan.
Precio: 41,90 euros
Genius Light, la primera máscara multifunción con LED/electroestimulación nacida de la investigación aeroespacial que reúne los beneficios de la terapia de la luz en una sola máscara, y los aumenta con 7 funciones cutáneas de electroestimulación para maximizar el potencial de la acción de la luz: microcorriente que suaviza y reduce las arrugas, reafirma la piel, reduce las líneas finas, reafirma y oxigena la piel, estimula la microcirculación local, crea un tono de piel más rosado, estimula la secreción de endorfinas, calma de forma natural, mejora la penetración y efectividad de los tratamientos cosméticos.
Precio: 299 euros