Tomar las aguas hace años era de ricachones; ahora puedes irte unos días a hacer balneoterapia y volver al trabajo como una reinona.
Siempre es época de balnearios y en España tenemos una importante red con aguas diferentes que producen distintos efectos tanto externos como internos. En este post te vamos a contar los beneficios de la balneoterapia en dos lugares que acumulan muchos años de historia y cuyas aguas ofrecen propiedades muy apreciadas: el de Vichy Catalán y el de Prats.
Si estás pensado en irte de balneario, estos pueden ser una magnífica opción. El balneario de Vichy Catalán está situado donde emerge el agua termal Vichy Catalán, una de las más saludables y apreciadas del mundo, en un edificio de estilo neomudéjar, joya del modernismo del siglo XIX. Sus aguas termales, que atesoran propiedades únicas, brotan a una temperatura de 60º. En sus tratamientos de balneoterapia despliegan todas su bondades: ducha Vichy, hidroterapia, fangos y masajes relajantes, sauna, jacuzzi, circuito y duchas térmicas, además del hammam de vapor húmedo creado con las aguas naturales de Vichy Catalán que caen por la gruta natural, crean una atmósfera que limpia el sistema respiratorio, la piel, oxigena todo el cuerpo por dentro y por fuera.
Este balneario comenzó su andadura en 1881, cuando el doctor Modest Furest i Roca visitaba Caldes de Malavella, Girona, y descubrió las propiedades de las aguas que emergían del manantial denominado Puig de les Ànimes. Decidió ubicar aquí el que era su proyecto vital: construir un balneario. Dos años después, las aguas fueron declaradas oficialmente de Utilidad Pública, con lo que su alcance fue mucho mayor.
Las aguas de Vichy Catalán son ricas en flúor, sodio, bicarbonato, sulfato, manganeso, calcio, litio, hierro y favorecen la buena digestión, la función renal, actúan sobre los tejidos celulares de la piel, sobre la musculatura y los huesos.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) realizó en 2016 un ensayo clínico con el agua Vichy Catalán y reveló las propiedades mineromedicinales del consumo diario de este tipo de agua, concluyendo, entre otras, que su ingesta mejoraba el metabolismo de los lípidos y la reducción de los niveles de glucosa.Podéis leer aquí las conclusiones.
Si prefieres darte el gustazo de hacer el plan de balneoterapia en el balneario Prats, en Caldes de Malavella, que sepas que se conocen desde los tiempos del Imperio Romano y que sus aguas provienen del manantial de La Mina que emergen a unos 56º a 60º C de temperatura. Su composición mineralógica y química, principalmente bicarbonatada sódica, contiene silicio, aluminio, litio, potasio y manganeso, todos ellos en proporciones muy bajas. Toda esta composición ofrece unas propiedades curativas excelentes que mejora la estimulación de la secreción gástrica, favorece la acción del páncreas, mejora las alteraciones reumáticas, circulatorias y respiratorias, además del poderoso efecto relajante que ejerce sobre el sistema nervioso.
La zona de balneoterapia ofrece tratamientos con las aguas termales naturales a base de bañeras de burbujas, de esencias, envolturas de fangos, algas y arcillas, así como masajes corporales -practicados por fisioterapeutas-, jet, ducha circular… Y uno de los mejores atractivos del Prats es su piscina exterior, con la fuente de agua termal a 32º de temperatura, que permite disfrutar sus beneficios cualquier época del año.
Sus jardines son un remanso de paz y es una estupenda opción tanto para escapadas románticas como para ir en familia, porque su ambiente y trato cercano convierten la estancia en un verdadero relax.
Si os apuntáis al placer de la balneoterapia, ya tenéis dos centros donde os van a cuidar como a reyes.
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