Cualquiera puede practica running aunque tiene su técnica para sacarle más partido y para que no haya lesiones.
Correr se ha puesto de moda. Running, footing, jooging… todo es lo mismo: correr. ¿Por dónde? Da igual: dando vueltas a la manzana, en un parque, en la playa. El caso es correr. Sin embargo, algo tan sencillo como poner un pie tras otro a más velocidad que andando, es también complicado porque para hacerlo bien y no lesionarse hay que tener unas mínimas nociones y cuidados.
¿Por qué empieza alguien a hacer running? Cada uno tiene sus motivos: hacer algo de ejercicio, se siente mejor cuando corre o simplemente, empiezas a andar y terminas corriendo… “Es una acción motriz para la que estábamos preparados de serie desde que tomamos la posición bípeda hace milenios”, afirma la doctora Carlota Díez Rico, del Colegio Profesional de la Educación Física y del Deporte, COLEF, doctora en investigación en salud intra y extra hospitalaria y entrenadora personal.
¿Qué puede haber de malo en retomarlo en la edad adulta para ponerme en forma? “Sin embargo, correr no es una actividad sencilla, y más aún cuando la vida moderna, especialmente la sedentaria, cambia nuestros patrones motrices, convirtiéndonos en adultos con una pobre coordinación, y no sólo en los movimientos que se aprecian a la vista, sino también intra e inter muscular”, continúa Carlota Díez Rico.
Para correr no vale sólo poner un pie tras otra y ¡hala, a correr! “El entrenamiento para correr más, mejor y previniendo lesiones empieza por una programación de entrenamiento coherente, que integre todo aquello que pueda afectar a la carrera. Para esto, lo mejor es contar con un educador físico deportivo, especialista en preparación física, que primero valore el estado desde el que partimos y luego programe las sesiones de entrenamiento en función de nuestras condiciones individuales“, explica Carlota Díez Rico. Es verdad que normalmente lo que suelen hacer los que practican running es ponerse a correr sin más; por eso, Carlota Díez Rico nos recomienda “para que sea segura y evitar lesiones debemos contar con un profesional que nos guíe. Especialmente aquellos corredores que podrían considerarse como más experimentados deberían contar con un preparador físico, ya que son los que más volumen de entrenamiento suelen acumular, y esto significa también un incremento del riesgo de lesión”.
¿Cuáles son las lesiones que te puedes hacer si no aprendes a correr bien? “Las más comunes -explica Carlota Díez Rico– son tendinopatías en los tendones rotulianos, de Aquiles y de isquiotibiales, síndrome de la banda iliotibial, síndrome de dolor patelofemoral, distensiones isquiotibiales agudas, periostitis tibial, esguinces de tobillo, fascitis plantar...”
Si te duele algo después de correr, primero para, deja de correr y ve al médico para que realice un diagnóstico, acudir al fisioterapeuta si así te lo recomienda el especialista y “realiza la readaptación a la práctica físico-deportiva con un educador físico deportivo”, insiste Carlota Díez Rico, para que mejore tu condición física sin incidir en tu lesión.
Y, por favor, si sales a correr ahora en verano, no lo hagas en las horas de mayor insolación, no corras por el sol y bebe mucha agua. Si hay algo que no entiendo en esto de correr es esas personas que a las 4 de la tarde se ponen a correr por una carretera a pleno sol, sin camiseta y sin gorra. Correr, sí, pero cuidándote.