Tomar las aguas en una abadía o comer en un castillo amurallado con vistas al mar son algunas de las singulares propuestas de Paradores para renovar cuerpo y mente.

Paradores es una de esas propuestas innovadoras que encarna el carácter creativo español. Con una premisa única en el mundo, la red de Paradores preserva, restaura y patrocina la riqueza patrimonial de España, que de otra manera hubiera caído en el olvido. Con motivo de su 90 aniversario, Paradores ha lanzado una serie de propuestas muy singulares para reivindicar su amplia oferta de turismo saludable. Creedme cuando os digo que la combinación de edificios históricos con entornos incomparables hacen maravillas para disolver el estrés acumulado.

La red de Paradores es una especie de máquina del tiempo que ofrece una visión privilegiada de la historia española. Y aunque primordialmente recuperan y rehabilitan espacios antiguos, lo hacen teniendo en cuenta la afición de los tiempos modernos por las experiencias singulares. Como muestra, un botón: en el Parador de Santo Estevo (Orense) celebran la viticultura heroica en tierra de meigas. Ubicado en un antiguo monasterio benedictino rodeado de un bosque infinito, ofrece un paseo en barco por la Ribeira Sacra con degustación del vino producido por las bodegas que cosechan en la pendiente de los cañones del río Sil.

En Gredos (Ávila), un experto en micología acompaña a los aficionados a las setas a recolectarlas sin miedo a confundir una Amanita venenosa con una inocua Trompetilla de la Muerte. Y en Tenerife, los amantes de las estrellas pueden observar los cuerpos celestes acompañados de un astrónomo.

PARADOR DE SANTO ESTEVO 121 SPA Sala Relax

Para quienes prefieren escapar del mundanal ruido, la propuesta wellness de Paradores incluye una carta muy singular de tratamientos de belleza y relax enmarcados en ubicaciones singulares con mucha historia. Seguidores de la máxima latina mens sana in corpore sano, ocho Paradores combinan una oferta gastronómica de calidad con instalaciones de spa que ofrecen rituales de relajación únicos.

PARADOR DE SANTO ESTEVO 107 SPA Jacuzzi Exterior

Bellezas Puras, yo que me tomo como una misión personal acercaros a los mejores spas y tratamientos de bienestar, me he quedado boquiabierta al comprobar en mis carnes que es posible hacer una cura de aguas en un Monumento Histórico-Artístico. En el Parador de Santo Estevo (Orense), la antigua bodega de los monjes se ha convertido en un espacio de relax privilegiado con piscinas de agua fría y caliente, un jacuzzi exterior con vistas a un frondoso bosque de castaños, pediluvio, sauna, hammam e incluso un onsen, una tina tradicional japonesa para tomar baños relajantes que existe en pocos spas del territorio nacional.

Ritual Luz Serena en los spas de Paradores. Y aunque la combinación del poder del agua con este marco tan especial relaja hasta el más estresado, en Paradores se han empeñado en cuidar hasta el último detalle con tratamientos exclusivos que combinan técnicas de bienestar inspiradas en rituales de todo el mundo. Masajes de todo tipo y pelaje, peelings corporales, envolturas reafirmantes y rayos UVA son algunos de los servicios que se ofrecen a gusto del consumidor. Servidora pudo probar el ritual Luz Serena, un masaje con vela con aceites esenciales mediterráneos de hora y cuarto de duración. Con una técnica rítmica casi hipnotizante y el olor de la canela, la naranja y la menta, es un ritual de belleza ecológica para dejarse llevar y relajar hasta el último musculo del cuerpo.

Precio: 95 euros.

PARADOR DE SANTO ESTEVO 6Disfrutar de un hidromasaje con vistas a una verdumbre exhuberante crea un estado de relajación que se apodera de los sentidos y casi te obliga a vivir y disfrutar del momento presente. Combinado con un paseo por los claustros al anochecer y una gastronomía gallega tradicional que quita el sentido, una estancia de dos días en el Parador de Santo Estevo equivale a unas minivacaciones mentales muy necesarias.

Parador De Baiona 9

Para quienes prefieren disfrutar de los beneficios del mar sin tener que remojarse, el Parador marinero de Bayona (Pontevedra) ofrece una vista incomparable sobre las Rías Bajas desde una fortificación amurallada. Con una brisa de mar fresca y yodada, es imposible no salir renovado tras dormir en la mejor cama y degustar delicias gallegas de muy buena mesa.

¡Felicidades, Paradores, y que cumpláis muchos más!