La purpurina es una de las tendencias estrella en el maquillaje en la temporada que nos ocupa y lo será también la próxima Primavera-Verano 2018. Destellos glitter muy glamurosos pero nada ecológicos y que han movilizado a científicos y organizaciones por la amenaza que supone para el medio ambiente, la fauna y nosotros mismos. Estas micropartículas de plástico y metal se acumulan en el medio marino durante décadas y pueden llegar a nuestros estómagos a través de los peces.
Del maquillaje de ojos a nuestros estómagos, después de un largo recorrido, eso sí. Detrás de esta indiscutible tendencia que todo lo llena de brillo, hay un importante peligro para el medio ambiente y la salud humana. Preocupa tanto que un grupo de científicos de la Universidad de Massey, en Nueva Zelanda, defiende su prohibición.
La tendencia es indiscutible, no hay más que poner la mirada en la pasarela. La purpurina fue la protagonista del maquillaje de muchos de los desfiles de las colecciones para la Primavera-Verano 2018. Omnipresencia glitter, plástico centelleante y contaminante.
Según un estudio realizado por la Universidad de Plymouth (Reino Unido), en 2014 había 5,25 millones de piezas de plástico en los mares, con un peso total de 268,940 toneladas, de ellas un 92,4% eran microplásticos. Y según datos de Greenpeace del 21 al 54% de todos los fragmentos de microplásticos del mundo se encuentran en la cuenca mediterránea, la densidad de plásticos que tiene el Mediterráneo es comparable a la de zonas de acumulación del Pacífico.
Minúsculos deshechos provenientes en su mayoría de los exfoliantes y también de la purpurina que todo lo adorna, el maquillaje o la moda, pero también decoración y manualidades. Una mezcla a base de aluminio y tereftalato de polietileno (PET) pulverizado, imposible de reciclar debido a su tamaño que va de los desagües a los ríos y de ahí a los mares, para acabar en el estómago de muchos peces.
Es por eso que numerosas organizaciones han empezado a movilizarse, aunque curiosamente fue una cadena británica de guarderías –Tops Day Nurseries-, la que el pasado otoño lideró una campaña para eliminar el uso de purpurina en actividades de ocio y maquillaje. Y ahora son científicos neocelandeses los que piden su prohibición.
¿La solución sin dejar de brillar? Alternativas que no supongan un atentado contra el medio ambiente, exfoliantes cuyas microesferas no sean plásticas y ecoglitter, es decir, purpurina biodegradable obtenida a base de celulosa, que haberla, hayla. En España puedes encontrar la de la marca EcoStardust -a la venta en Asos-, aunque gracias a la globalización de Internet, también puedes echar un vistazo en otras tres páginas: BioGlitz –www.bioglitz.co-, Festival Face –festivalface.co.uk– y Eco Glitter Fun –www.ecoglitterfun.com-.