Rellenos vs lifting… fight!
La cirugía estética actual ofrece soluciones eficaces para combatir la flacidez y la pérdida de volumen.Los lifting y los rellenos, cada una con sus indicaciones específicas en cuanto a objetivos, expectativas y candidat@s.
Hay una clave imprescindible: la naturalidad. Conseguir una expresión y rasgos rejuvenecidos pero con cierta coherencia con la edad que se tiene es el leit motiv de los mejores cirujanos plásticos del planeta.
¿La diferencia entre cada técnica? Como nos explica el doctor Antonio de la Fuente, “El lifting facial es la cirugía encaminada a corregir la flacidez de la cara, cuello y frente, pero sin olvidar que es una cirugía de rejuvenecimiento y no un mero estiramiento. Es decir, no sólo debe ocuparse de la reposición de los tejidos profundos y superficiales (músculo y piel) que han sufrido modificaciones por la edad y gravedad, sino también del aporte de volúmenes que la cara va perdiendo como consecuencia del envejecimiento, especialmente en personas delgadas. Este concepto volumétrico es fundamental a la hora de conseguir un rejuvenecimiento tridimensional, devolviendo a la cara un aspecto lo más similar posible a la juventud.
Solamente el relleno no corrige la flacidez sino el volumen perdido, lo cual puede ser una buena opción para determinados casos que es lo que realmente necesitan, dependiendo en cualquier caso del diagnóstico preciso y personalizado. Por tanto son técnicas diferentes con diferente indicación. La flacidez se corrige mediante reposición de los tejidos en su localización anatómica (lifting) y los rellenos están más encaminados a incremento o reposición de volúmenes o corrección de surcos, arrugas, etc.”
En cuanto a la edad adecuada para optar a uno u otro tratamiento, el doctor de la Fuente aclara que “en el caso del lifting, al ser para corregir la flacidez no suele requerirse antes de los 45 -o más- en función de factores genéticos como elasticidad de la piel y esqueleto, que pueden hacer que la flacidez se inicie antes o después.
Los rellenos pueden iniciarse con anterioridad en función de la indicación a corregir, ya que en personas jóvenes pueden emplearse para incremento de volumen, sin que haya flacidez”.
Quienes tienen en mente un relleno de ácido hialurónico suelen tener una preocupación permanente, “cuánto durará la sustancia en mi rostro”. La durabilidad es variable y muy personal, pero puede estar “entre 6 meses y un año en función de la zona”, aclara el doctor de la Fuente. “Zonas más móviles como el labio son las que antes se reabsorben”.
El doctor Antonio de la Fuente es Jefe de Servicio de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Nuestra Señora del Rosario y Director de Clínica de la Fuente.