The Body Shop presenta una nueva mascarilla. Esta vez es verde. Es purificante y también, exfoliante. Y está elaborada con té de matcha japonés. Pertenece a la “nueva colección de mascarillas” de esta firma, marca pionera de cosmética natural creada en 1976 en Londres, que cuenta con otras cinco mascarillas -una para cada problema-.
“Una piel bonita comienza por una piel sana. Utilizar mascarillas de forma regular contribuye a eliminar la polución y el exceso de grasa, así como las impurezas de la superficie cutánea, para poder llevar a cabo una limpieza suave, aunque concienzuda”, ha dicho la doctora Christine Choi Kim, médico y dermatóloga cosmética titulada de The Body Shop.
La contaminación a la que estamos sometidos millones de personas en todo el mundo produce efectos negativos en la piel. Y no sólo en la piel, sino que nuestros pulmones también lo acusan, aunque, desafortunadamente, no podemos limpiar los pulmones con mascarillas. Sin embargo, éstas sí pueden ayudar a nuestra piel a limpiarla, hidratarla, despigmentarla y evitar el envejecimiento prematuro. Eliminar los efectos de la contaminación en nuestra piel se ha convertido en una parte fundamental de todo ritual de cuidado facial.
The Body Shop, que desde hace unos pocos meses, pertenece a la empresa brasileña Natura que la adquirió a la multinacional L’Oreal, ha comprobado que el té de matcha japonés de Kekewana, con su fórmula 100% vegana, elimina restos de polución, purifica y ayuda a proteger la piel de la contaminación.
Además del té de matcha japonés, la mascarilla contiene extracto de diente de león para eliminar las impurezas. En las pruebas realizadas por la marca en 103 mujeres durante cuatro semanas ha concluido que para el 90% de las mujeres, la piel queda libre de impurezas mediambientales y los contaminantes acumulados durante el día y, para el 92% de estas mujeres el cutis está más luminoso.
Los consejos de utilización son muy sencillos; basta con humedecer una toallita y ponerla sobre el rostro. A continuación, se aplica la mascarilla sobre la piel húmeda con la brocha para mascarillas que aconseja The Body Shop (si no la tienes, utiliza los dedos limpios). A continuación, masajea empezando por la frente, siguiendo con movimientos circulares amplios alrededor de la cara hasta irlos cerrando en torno a la nariz. Realiza movimientos circulares alrededor de los ojos y deja actuar la mascarilla entre 10 y 15 minutos. Aclara con agua tibia volviendo a realizar movimientos circulares para exfoliar la piel con suavidad. Cuando ya no tengas nada de mascarilla en la cara, empapa una toallita con agua fría y colócala sobre el rostro dejándola durante unos minutos para minimizar el aspecto de los poros.
El té de matcha proviene de China y fue un monje budista quien lo llevó a Japón ya que estos empleaban este té en sus meditaciones. En China fue despareciendo mientras este té cobraba protagonismo de la mano de la alta sociedad japonesa. El té verde y el té de matcha provienen de la misma planta, Camellia sinensis (de donde provienen casi todos los tés) pero el matcha se diferencia del té verde en la forma de la preparación de las hojas. Éstas, semanas antes de que se vaya a recoger, se cubren de la luz del sol para retardar su crecimiento. Cuando está listo para su cosecha, le quitan las venillas de las hojas, las ramitas y trituran las hojas hasta convertirlo en este polvo verde que se ve en la imagen de arriba.
Durante la presentación de la mascarilla, he tenido ocasión de probar este té de matcha con leche de coco, que según dicen está de moda y que es bastante caro, y la verdad es que está bueno. Su sabor, aunque es una infusión, no parece tal, sino más bien tiene un gusto a batido de alguna verdura.
Además de esta mascarilla de té de matcha, The Body Shop ha sacado al mercado otras cinco: mascarilla de ginseng y arroz chino (iluminadora y revitalizante); de carbón del Himalaya (purificante); de Acai del Amazonas (contra la fatiga y el estrés); de miel de Etiopía (nutritiva) y de rosa británica (de efecto relleno). Por supuesto, ninguna está testada con animales.
Y si queréis disfrutar más del “momento mascarilla”, nos han contado que si las metes en el frigorífico y la aplicas fresquita será un momento mucho más placentero. Y, por supuesto, que puedes hacer un multimasking y embadurarte con un par de ellas o tres, que para eso están. A gusto del consumidor.
Todas están ya a la venta en las tiendas de The Body Shop y, por supuesto, sin testar en animales.
Precio: 20 euros