En la semana del Día Mundial del Bikini cambiamos los papeles y por una vez en la historia la exigente operación bikini se masculiniza, aunque solo sea en el título de este post. No, no se trata de que ellos se vistan con un minúsculo bañador de dos piezas, sino de preguntarnos, ¿por qué prácticamente nunca se habla de que sean los hombres los que se pongan a punto para el verano?, ¿acaso ellos van con burka a la playa?, ¿nuestros michelines agreden a la vista pero sus barrigas cerveceras no?, ¿sus vellos son bellos y nuestros pelos el mismísimo demonio?
Según un estudio realizado por Gillette, la operación bikini no entiende de sexos, aunque en esta encuesta sólo nos han preguntado a nosotras si en verano los preferimos depilados, si nos gustaría que perdieran algunos kilos antes de enfundarse el bañador y si estarían más atractivos con la piel más cuidada. La respuesta en todos los casos, claro, es afirmativa, no somos tontas.
La mayoría de las mujeres creen que su pareja debería cuidarse durante todo el año, y de ellas 2 de cada 10 se sienten realmente preocupadas por el aspecto físico que lucirá nuestra pareja en la playa o en la piscina. Además un 6% de ellas afirma presionarle para que se tome en serio el cuidado personal y físico, una cifra que no cuadra con lo que dicen ellos, el 13% de hombres que reconocen sentirse muy presionados por su pareja.
Y en cuanto a lo que nos gustaría o nos atrae –a nosotras también nos gusta soñar, ¿sabéis?-, el 90% los preferimos depilados o con poco pelo –si queridos, eso de que “el hombre como el oso cuanto más vello más hermoso” no sé quien lo inventó, pero está muy alejado de la realidad- y también nos gustan más musculados o en buena forma. Un 41% los quieren parcial o totalmente depilados, a un 62% les gustan sin un solo pelo en la espalda, un 40% sin vello en el pecho y el abdomen y también los quieren con el pubis depilado por completo un 21%.
Por su parte ellos reconocen -un 72%- que necesitan perder unos kilos -en concreto 5 de media-, un 41% afirma que depilados ligan más y en torno a un 60% se depilan pecho, axilas o pubis. Pero echo de menos más información sobre lo que piensan, saben que les sobran unos kilos, pero ¿creen que tengan que hacer una operación bikini?, ¿sienten el mismo bombardeo que nosotras cuando se acerca el verano? Me temo que la respuesta es no, o al menos, a ellos no se les manda el mensaje continuo desde todos los frentes de que el calor se acerca y es momento de ponerse a dieta, someterse a mil y un tratamientos de belleza, machacarse en el gimnasio, llenar las estanterías del baño de toda la cosmética imaginable destinada a alisar celulitis, quemar grasa, tener un color bonito, no dejar ni un solo pelo en el cuerpo…. ¿Se me olvida algo? Pongan la televisión, siéntense a ver unos de esos tramos interminables de anuncios y díganme cuantos de los que hablan de adelgazar, quitar grasa o ponerse en forma, van dirigidos a nosotras y cuantos a ellos.
¿No se te ocurrirá, mujer osada, plantarte con tu cuerpo en la toalla de la playa -¡o lo que es peor!- en la piscina de tu urbanización, sin haberte sometido a la operación bikini de rigor?
Pues sí señor, este verano he decidido que voy a hacer como mi pariente cada año, voy a plantarme el bañador con la piel blanca como la leche, con algún pelo díscolo por ahí suelto y con mi body serrano sin haber pasado por dietas, tratamientos ni anticelulíticos, directamente llegado del crudo invierno. “¡Loca!”, oigo que me gritas. Pues sí, de vez en cuando, un poco de locura, es necesaria.