Diptyque, L’Ombre dans L’Eau y el ojo del poeta

El último lanzamiento de la maison Diptyque, la edición limitada de su ya mítico L’Ombre dans L’Eau en formato 30 ml, es un esfuerzo por capturar la sensación que evoca una bucólica escapada por un jardín secreto.

Diptyque es una de esas casas de perfumes nicho que trata de evocar un momento muy concreto con cada una de sus creaciones. Creado en 1983, L’Ombre dans L’Eau (o, en castellano, la sombra en el agua) es, sencillamente, una interpretación poética del perfume recuperando el gusto renacentista de la exaltación de la naturaleza.

Presentado como el descubrimiento de un poeta de un jardín oculto, las notas de salida recuerdan a un muro de piedra recubierto de hiedra y grosella negra. La experiencia olfativa de hojas recién estrujadas da paso a las notas de cuerpo, que rememoran con la mandarina y la bergamota las sensaciones que causa pasear bajo la sombra de arboles cítricos. Finalmente, el aroma de las rosas de Bulgaria que bordean un lago conforman las notas de corazón, que actúan como un contrapunto fresco y voluptuoso. Y es que L’Ombre dans l’ Eau es una pura narración olfativa, que culmina la sensación que provoca un cisne que se pasea serenamente por las aguas oscuras de un estanque.

Bellezas Puras, entiendo que a estas alturas estáis pensando que me ha picado el bicho literario de mala manera. Pero es que un buen perfume no suele distar mucho de un buen libro. En literatura, el arte de evocar al resto de los sentidos a través de la pluma es lo que se conoce como sinestesia. En perfumería, cuando un olor es capaz de rememorar momentos muy concretos y crear sensaciones físicas tangibles, hablamos de una obra maestra.

Diptyque es una de esas maisons de perfumes nicho que se toma su tiempo en lanzar nuevas creaciones al mercado, puesto que cada una de sus creaciones es un viaje sinestésico garantizado. En este sentido, y salvando la distancia en el estilo de sus narices, me recuerda mucho al mimo con el que se crean cada una de las obras maestras de casas como Caron. Ambas marcas son capaces de crear perfumes que son incomparables y permanentes, y que nunca dejan de gustar por mucho que pasen las modas.

Aprovechando el lanzamiento en edición limitada del ya clásico L’Ombre dans L’Eau, Diptyque ha querido continuar con su paseo por un jardín encantado añadiendo a su gama la vela perfumada equivalente, Baies, en formato de 600 gramos. Todo un homenaje al bucolismo renacentista que siempre está presente en el vocabulario de los adeptos a los perfumes nicho.