Hoy en día quien no se hace la depilación definitiva es porque no quiere. Centros estéticos, cadenas dedicadas en exclusiva a estos tratamientos, peluquerías, incluso nos la podemos hacer en nuestra propia casa. Y todo esto a precios para todos los gustos.
Casi a diario irrumpen en el mercado nuevas empresas, especializadas en este sector y que han contribuido a democratizar los precios. Por ejemplo, la cadena No+Vello ha abierto más de 600 centros en dos años. Pero es que, además, este modelo de franquicia se ha convertido en una oportunidad de negocio: Pulsazione o Bye Bye Pelos son sólo otras dos de las muchísimas que se han creado en los últimos años. Todas ellas ofrecen precios al alcance de todo el mundo.
Y esto me lleva a lanzar una pegunta: ¿es posible la misma calidad y las mismas garantías a menor precio?
Lo cierto es que la diferencia de precio entre unos sitios y otros puede llegar a ser bastante llamativa. No podemos evaluar todos los centros para decirte de cual te puedes fiar y de cual no y tampoco se ha hecho, por el momento, ningún control sanitario a nivel nacional para ver si cumplen unas normas básicas.
Lo que si podemos es hablarte de lo que debes tener en cuenta a la hora de elegir dónde acudir para acabar para siempre con el vello.
En bastantes ocasiones precios tan reducidos son sinónimo de falta de inversión en formación y en contratación de personal especializado; la mayoría de estos centros no cuentan con dermatólogos. Muchos tampoco invierten en máquinas de calidad, otras veces son aparatos viejos. Esto puede hacer que el tratamiento sea menos efectivo, con lo cual te verás obligada a hacer más sesiones y al final lo barato termina saliendo caro.
La depilación no está exenta de riesgos, y debe ser un profesional médico el que decida en el caso de cada paciente si puede someterse al tratamiento o no, cuándo debe hacerlo… Pero es que además, muchos centros no informan sobre las contraindicaciones y advertencias sanitarias de estos tratamientos.
Deben informarte de que existen contraindicaciones absolutas para aquellos que se sometan a un tratamiento de fotodepilación como tener fotosensibilidad por la administración de determinados fármacos, problemas de coagulación de sangre o varices. Además hay otros factores que pueden resultar incompatibles con esta técnica como el riesgo de cicatrización queloidea, embarazo o lactancia materna, diabetes mal controlada o antecedentes de herpes. Los lunares deben ser también examinados por un dermatólogo antes de iniciar un tratamiento láser.
Y también existen efectos secundarios tales como enrojecimiento transitorio, inflamación, hiperpigmentación o fotofobia.
Los centros donde se realiza la depilación definitiva están en cierto modo en un vacío legal porque se encuentran entre la medicina estética y la cosmética. Por lo tanto, en control es muy escaso. No existe una normativa que regule este tipo de establecimientos en España y hasta el momento, solo está en vigor una normativa de la Unión Europea de recomendaciones; nada de obligaciones.
Con todo esto, creo que existen motivos suficientes para que exijas información detallada por escrito antes de someterte a estos tratamientos. Y siempre deberán pedirnos un consentimiento previo. Así que ya sabes, no tengas ni un pelo de tonta y busca aquel lugar donde te den garantías y te ofrezcan calidad.