Acabar con los efectos del envejecimiento y recuperar un rostro firme y terso son los principales objetivos de muchas de las técnicas de relleno facial. Mientras algunos prometen maravillas con infiltraciones de esto o aquello que luego se notan sí o sí, otros se decantan por técnicas más novedosas. Hoy os hablo de Lipofilling, un tratamiento de la Clínica Planas, que también infiltra pero, y aquí la novedad, el relleno es grasa del propio paciente, que genera menos rechazos e intolerancias.
A mí este tipo de infiltraciones me recuerdan más al deporte que a la cosmética. ¿Os acordáis cuando en 2013 a Rafael Nadal le infiltraron células madre extraídas de su propia médula ósea? Con ellas, consiguió acabar con sus problemas de rodilla y espalda. Ahora, es un tratamiento bastante habitual entre los deportistas de élite.
He dicho que Lipofilling me recuerda a este tratamiento deportivo porque lo que se hace es infiltrar grasa que procede del propio paciente. La técnica, a grandes rasgos, consiste en la aspiración de la grasa del propio paciente de manera estéril mediante una cánula para luego infiltrarla en la zona a tratar. Lo que se hace con esa grasa es una emulsificación, es decir, realizar una transferencia repetida entre dos jeringas a una presión determinada para provocar una ruptura de las células, concretamente el adipocito, para que todo lo que se rompa dentro de esas células sea viable y pueda inyectarse para conseguir los efectos positivos a nivel de piel una vez reinyectado.
Existen diversas técnicas de Lipofilling:
- Macrograft: se extrae la grasa mediante una cánula de unos 3 mm y se suele aplicar para el relleno de mamas, glúteos o zonas cercanas a los pómulos.
- Micrograft: la cánula usada para la extracción es de unos 2 mm y los orificios de aspiración de la grasa son de menos de 1 mm, por lo que se puede inyectar con cánulas de entre 0,7 y 0,9 mm.
- SNIF: utiliza unas cánulas con bordes afilados para que la grasa sea algo más fina y se pueda infiltrar posteriormente con una aguja intramuscular. Con esta técnica se rellenan pequeñas arrugas y surcos faciales de expresión.
- Nanofat: con esta técnica se precisa muy poca cantidad de grasa y, a diferencia de las otras, no tiene como objetivo generar volumen sino impulsar la regeneración de los tejidos.
Esta última, Nanofat, es la más novedosa y se distingue en que su propósito es extraer de la grasa células madre y factores de crecimiento que causan, de forma natural, la regeneración de los tejidos faciales. Sin embargo, no es sólo ésta su meta -que también- sino que además, mejora la pigmentación de la piel, lo que es un sistema que se usa habitualmente para acabar con las ojeras y cicatrices hiperpigmentadas, así como para el tratamiento del envejecimiento de la piel periocular, peribucal y del escote.
El método es bastante sencillo. Se realiza en la propia Clínica Planas y primero se extrae la grasa del propio paciente bajo anestesia local y de manera ambulatoria. La grasa se emulsiona para convertirla en un producto más líquido y manejable para poder aplicarlo con agujas más finas. Y por último, se infiltra la emulsión en la zona a tratar y, según me han confirmado desde la propia clínica, el tratamiento Nanofat no hay que hacerlo más que una vez.
Precios de los tratamientos: entre 1.300 y 1.500 euros.
Clínica Planas Madrid.
C/ Velázquez, 96. 28006 Madrid.
Teléfono: 91 578 46 76
Clínica Planas Barcelona
C/ Pere de Montcada, 16. 08034 Barcelona
Teléfono: 93 203 28 12