Etiquetas con palabras que no comprendemos, información nutricional en cantidades distintas a las del envase, con lo cual tenemos que ponernos a hacer cálculos para saber lo que nos llevamos a la boca… Saber interpretar la información que aparece en los productos de alimentación y en las bebidas es indispensable para llevar una dieta equilibrada.
Pero lo cierto es que casi la mitad de los españoles, nada menos que un 42% tienen dificultades para entender el contenido nutricional que aparece en las etiquetas de los alimentos. Este es sólo uno de los datos del estudio ‘Dime como lees y te diré cómo te alimentas’, realizado entre más de 1.100 consumidores por el Centro de Referencia CDO/GDA; una plataforma que aglutina a los principales organismos profesionales expertos en nutrición y salud, fabricantes y distribuidores de productos alimenticios y bebidas.
¿Qué es lo que más te interesa saber de un alimento cuando miras su etiqueta?
Si has contestado grasas o calorías has respondido lo mismo que la mayoría de encuestados. Los componentes nutricionales que más se consultan son las grasas (91,8%), calorías (79,4%) y azúcares (70,5%), seguidos de fibra, proteínas, hidratos de carbono y sodio.
El 90% de la población considera que la información nutricional es imprescindible en el etiquetado alimentario. El 64% reconoce que lo primero que mira es la lista de ingredientes, seguida de la información nutricional (62%), un porcentaje que disminuye entre los más jóvenes y que aumenta en los hogares con una dieta especial, hogares con celiacos, alérgicos…
Por lo general, preferimos la información nutricional expresada en raciones. Es más clara y ayuda a llevar una dieta más equilibrada. Por eso, la plataforma que ha realizado el estudio está tratando de impulsar el etiquetado CDO/GDA de los alimentos, un sistema de etiquetado en el que se indica la cantidad de energía (calorías) y nutrientes (grasas, grasas saturadas, azúcares y sodio) que aporta una ración de un determinado alimento o bebida respecto a las necesidades diarias de un adulto, en contraste con el etiquetado clásico, que toma como base 100 g./ml.
Cincuenta empresas, entre ellas, 20 de ellas las más importantes del país, utilizan este etiquetado actualmente en España. Un sistema mucho más útil y sobre todo, menos engañoso, ¿no crees?
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