En días de cenas, jolgorios y fiestas en serie, ¿qué hay más codiciado que un cabello dócil, brillante y fácil de peinar, que no dé guerra? Seguramente ya no estás a tiempo de un tratamiento profesional, pero sí puedes usar un cosmético exprés en tu propia casa, ¡apúntate al champú con queratina!
Las hay muy previsoras, que compran en noviembre todos los regalos de Navidad y después del puente de La Purísima ya tienen cita para uñas, peluquería, depilación y demás protocolos pre-festivos. Y luego estamos las demás. Las que cruzamos los dedos mientras invocamos a san Amazon y el día 24 corremos soplándonos los dedos para que se seque el esmalte mientras envolvemos el regalito del amigo invisible. Si perteneces a este selecto grupo de las que no nos da la vida, seguramente no pensaste allá por noviembre que el frío, más el secador, más la plancha, más el tinte, habrían resecado tu cabello. Seguramente no has ido a la peluquería a invertir tres horas en un tratamiento profesional que remedie todo eso y ahora vas a peinarte y allí donde querrías ver suaves ondas sedosas, encuentras encrespamiento, puntas abiertas y pelo seco e indomable. No todo está perdido: un buen champú con queratina puede solucionarte la papeleta en tiempo récord.
Tenemos la lección bien aprendida y sabemos que la queratina es una proteína muy resistente de la que se componen mayormente el cabello y las uñas. Sabemos también que desde hace unos años proliferan los tratamientos en el salón de peluquería basados en esta sustancia sintetizada, para mejorar el aspecto de la fibra capilar, alisar su superficie y volverla más sana y brillante. Ese mismo principio de los tratamientos profesionales, que depositan sobre el cabello una película de queratina para dejarlo más dócil y suave, es el que utilizan las gamas de tratamiento en casa.
Se trata de líneas de champú, mascarilla y sérum con un efecto cosmético (mayor y más veloz si utilizamos toda la gama) que permiten disciplinar la fibra capilar gracias a aportarle queratina en su superficie. Es decir, consiguen de manera exprés una reparación y acondicionado intensivo de la melena, para peinarla con mayor facilidad y que aparezca más brillante y menos encrespada. Eso sí, hay que tener en cuenta que es un efecto que durará hasta el siguiente lavado, porque a diferencia del tratamiento en peluquería, la queratina no ha sido sellada con calor para que mantenga su efecto durante semanas.
¿Pros? Rapidez, comodidad y efecto flash.
¿Contras? Su efecto es sólo cosmético, con una duración breve. En cualquier caso, funcionan para mejorar el aspecto del cabello y agilizar su secado, algo que en fechas tan concurridas no es moco de pavo. ¿He dicho pavo? ¡Feliz Navidad!
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