Cuando empieza la caída del pelo y se cae a matojos, uno se pregunta a dónde tiene que acudir. El médico de cabecera, el peluquero o el farmacéutico pueden ayudar recomendando algunas pastillas sin receta, pero a veces el problema es algo más que una caída temporal provocada por el cambio de estaciones. En esos casos, es recomendable acudir a un especialista en diagnóstico y tratamiento de las alopecias y los problemas del cabello, conocido como tricólogo.
Hoy en Belleza Pura hablamos con Liz Cunnane Phillips, una de las tricólogas más reconocidas del centro del recientemente fallecido Philip Kingsley en Nueva York. Discutimos con ella las causas de la caída capilar, hasta qué punto es normal encontrarnos con una peluca en nuestro cepillo tras peinarnos, cómo se manifiesta la calvicie y si existe un tratamiento para la tricotilomanía.
Belleza Pura: ¿Qué porcentaje de la población sufre la caída del cabello?
Liz Cunnane Phillips: “Una investigación realizada por el propio Philip Kingsley en Londres demostró que una de cada ocho mujeres menores de 35 años experimenta episodios de caída capilar“.
B.P: ¿Es normal perder cabello a matojos, especialmente en otoño?
L.C.P: “La caída del cabello es normal, pero lo que puede cambiar es la cantidad de cabello que se pierde, que puede estar influenciado por diferentes factores. Se puede presentar una pérdida de cabello más dramática y pronunciada como resultado de un periodo de estrés elevado, problemas de salud, o incluso tras perder peso de forma rápida. Todos estos factores son sólo unas de las pocas variables que pueden incrementar el volumen de cabello que perdemos a diario”.
B.P. : ¿En qué momento tenemos que empezar a preocuparnos por la caída del cabello?
L.C.P. : “Es importante actuar si vemos que esa caída capilar incrementada [traducción simultánea: cuando el pelo se cae a matojos] dura más de tres meses“.
B.P. : ¿Cómo afecta el estrés a la caída del cabello?
L.C.P.: “Definitivamente el estrés puede ser un factor que contribuye a la pérdida de cabello. El estrés normalmente se acompaña de una nutrición alterada en la que nos saltamos comidas o las sustituimos por alimentos poco nutritivos, además de una interrupción de nuestros patrones de sueño. Estos factores pueden juntarse y resultar en una pérdida de cabello mucho más pronunciada”.
B.P. : Si se nos cae mucho el pelo, ¿es un síntoma de que nos estamos quedando calvos?
L.C.P: “Una vez más, existen muchas variables que pueden influir un diagnóstico de calvicie incipiente. Por ejemplo, en el caso de las mujeres una pérdida de cabello puede resultar en pérdida de volumen, pero no necesariamente en un cuero cabelludo que queda a la vista; los efectos, por así decirlo, son más difusos. En el caso de los varones, la perdida capilar sí que puede dar lugar a una calvicie visible”.
B.P. : ¿Y cuáles son las causas principales de la caída del cabello en las mujeres?
L.C.P.: “Existen muchas causas que pueden contribuir a los cambios en la densidad y el diámetro de los folículos capilares. Hay que recordar que el pelo es un tejido no esencial para el cuerpo, por lo que nuestro organismo no le da prioridad. Por este motivo se suele describir al pelo como un barómetro de nuestra salud. Cualquier desequilibrio hormonal o endocrino tiene el potencial de contribuir a cambios en el cabello, y en estos casos el culpable es muchas veces la tiroides. Las deficiencias en la dieta son también grandes contribuyentes a la caída del cabello, al igual que unos niveles bajos en hierro y vitamina B12. A todo ello hay que sumarle la genética y factores androgenéticos”.
B.P. : Ante tantas causas, ¿existen remedios eficaces?
L.C.P.: “Por supuesto. Eliminar los factores que podemos controlar es un gran comienzo para tratar la caída del cabello. Por ejemplo, es importante asegurarnos de que tenemos una buena salud: hay que comer bien (incluyendo fuentes de proteína de calidad en el desayuno y en la comida), hacer ejercicio regularmente, e implementar técnicas para gestionar el estrés. De esta forma nos aseguramos de que nuestro cuerpo produce el tejido capilar correctamente”.
B.P. : ¿Son todos los patrones de caída capilar similares, o cada uno necesita un tratamiento específico?
L.C.P.: “La caída del cabello es algo muy personal. No todos los patrones de caída capilar son iguales, y precisamente el éxito en el tratamiento radica en una buena investigación de las causas y un diagnóstico correcto del problema por parte de un especialista”.
B.P. : ¿Cómo puede ayudar un tricólogo?
C.P.: “Un tricólogo realiza su diagnóstico basándose en una serie de preguntas relativas al estilo de vida y la salud del paciente, y estudia sus análisis de sangre para entender los factores que pueden estar contribuyendo a la creación de un tejido capilar debilitado. Posteriormente, el tricólogo crea un plan de tratamiento para tratar esos factores”.
B.P. : ¿Pueden sufrir los niños y adolescentes una caída capilar intensa?
L.C.P.: “Sí, tanto niños como adolescentes y adultos jóvenes pueden tener problemas capilares”.
B.P. : ¿Puede causar una pérdida de cabello en la adolescencia una calvicie de adulto?
L.C.P.: “Esto depende de cada caso. Sin embargo, la mayoría de las veces la pérdida del cabello es un resultado de un desequilibrio en la salud y no tiene por qué determinar una futura calvicie”.
B.P. : ¿Son las lociones un remedio efectivo para tratar la caída del cabello, o se necesita un tratamiento holístico que incluya suplementos nutricionales?
L.C.P.: “Nuestros más de 60 años de experiencia tratando la caída capilar de hombres y mujeres nos han demostrado que los individuos que reciben un tratamiento holístico van a conseguir resultados óptimos. Aunque las preparaciones de aplicación tópica ayudan a tratar el problema, es necesario tratar los factores subyacentes que hemos discutido para conseguir los mejores resultados“.
B.P. : En Octubre se ha celebrado el mes de la tricotilomanía (es decir, el comportamiento recurrente de arrancarse el cabello). ¿Se puede tratar este problema de salud?
L.C.P.: “Por supuesto. El primer caso es reconocer el problema. Posteriormente, se puede tratar con terapia conductual para evitar el impulso de arrancarse el cabello”.