Velas perfumadas, encendidas no para dar luz, su esencia es aromatizar atmósferas. Encendemos velas por Halloween, para celebrar, apoyar, despedir, meditar o sencillamente para perfumar una habitación, y por supuesto también hay nuevos ambientadores, para los menos pirómanos.
Recuerdo aquellos años en que la palabra ambientador la asociábamos en nuestra mente con mareante olor a ozonopino en el cine o a lilas aromáticas de más en el taxi o en el coche de alguien. Menos mal que desde que el hogar se ha hecho el prota de nuestras vidas, las velas con olor, los sticks olorosos o los nuevos ambientadores se han refinado hasta ser una delicia. La exquisita casa parisina Dyptique, los nuevos productos con aroma de don algodón y las lujosas velas de Cire Trudon lo confirman.
Por fin Dyptique abrió tienda en Madrid. Los que seguimos de cerca esta marca ya casi legendaria de velas, perfumes, extractos aromáticos conocemos de sobra la historia que la envuelve, tan distinguida como los tejidos de decoración que diseñan y el afán de poner ‘alma’ en todos los objetos que fabrica en ediciones limitadas, cargados de belleza atemporal. Entre las novedades que vimos en este ambiente tan vintage, años 60, me gustó especialmente la nueva vela con aroma a La Madeleine por aquello de mi acusada vocación pastelera. A esa mini madalena francesa de Proust, a ese golosina esponjosa, sencilla, que huele a desayuno rico. Perfecta para el que no puede comérsela para no engordar pero al menos quiere guardar un recuerdo olfativo. Ja. Preciosas las lamparitas de origami o fotóforos, para colocar dentro la vela que ilumina cualquier rincón, el eau de parfum y el perfume sólido de Essences Insensées, de la famosa línea 34.
Vela La madeleine de Dyptique. Precio: 65 euros
Lámparas de origami. Precio: 125 euros.
En una onda mucho más popular y al alcance de todos conocimos la nueva línea Ambients de Don Algodón, esa fragancia que nos recuerda al anuncio de la guapísima María Suelves cuando nació la colonia hace ya muchos años. Nos esperaba nuestra amiga Marta Barroso en Habanera, un restaurante de moda muy urbano aunque parezca por dentro una jungla. La gama cuenta con velas perfumadas, sprays para la habitación y la cama, sticks perfumados Mikado, perfumador para el armario, perfumador de coche… Un aroma con notas de salida bien frescas a mandarina, limón y neroli a unos precios estupendos.
don algodon ambients. Precio: de 2,25 a 3,50 euros.
No cierro este capítulo sin mencionar la nueva vela de otra firma de palabras mayores: Cire Trudon lleva años dando formas muy creativas y originales a las velas de cera: bustos, columnas; cada una es un pequeña obra de arte con una historia que flota en el aire cuando arde. Ideal para el otoño es esta llamada Nazareth con las esencias de temporada: clavo, mandarina, cardamomo, osmanthus, vainilla, jara y mirra, que los Reyes Magos llevaron al portal de Belén. Ahora que empieza el frío, nada como sentarse a leer en el salón a la luz de una vela que huele a alguno de nuestros recuerdos.
Vela Nazareth de Cire Trudon. Precio: 65 euros.