En el Día del Cáncer de Mama, las chicas de Belleza Pura hemos ido a lo positivo: hacer una buena reconstrucción de mama. Para ello, hemos acudido al doctor Emilio Moreno, cirujano plástico y miembro del equipo de cirugía plástica del hospital Quirón Madrid, al que le hemos sometido casi a un tercer grado. Nos ha contado todo lo que hay que saber sobre una reconstrucción mamaria tras un cáncer para que no quede ninguna duda.
Según la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), la supervivencia por cáncer de mama ha mejorado notablemente en los últimos 20 años (anualmente se incrementa la supervivencia por este tumor un 1,4%). La supervivencia global a los cinco años del diagnóstico de este tumor es del 82,8% en nuestro país, por encima de la media europea y similar a los países con las mejores cifras de supervivencia. Más del 64% de los casos de mujeres a las que se les diagnostica un cáncer acaba en mastectomía (extirpación del tejido mamario).
Belleza Pura: Cuándo es mejor hacer la reconstrucción de mama, durante la operación del cáncer o después?
Doctor Emilio Moreno: “Lo importante es resolver bien el cáncer, una vez resuelto, durante la mastectomía o después, se puede hacer la reconstrucción. Nosotros somos muy partidarios de la reconstrucción inmediata, es decir, dar el primer paso de la reconstrucción o la reconstrucción entera en la misma cirugía en la que se hace la mastectomía.”
B.P.: ¿No depende del tipo de tumor?
Dr. E. M.: “En principio si el tumor es abordable localmente da igual, la paciente sigue siendo candidata a la reconstrucción. Si es un tipo de tumor muy extendido a lo mejor están contraindicado una reconstrucción en sí misma, pero esto es bastante raro porque hoy en día si el tumor está muy avanzado, disponemos de quimioterapias preoperatorias que reducen mucho el tamaño del tumor y nos permiten afrontar la mastectomía y la reconstrucción.”
B.P.: ¿Cómo se realiza?
Dr. E. M.: “Si hemos elegido una cirugía de reconstrucción donde vamos a utilizar un expansor tisular, es decir, un dispositivo para ir estirando la piel e ir dando forma a la mama, el primer paso es la colocación del expansor debajo del músculo pectoral. En el primer tiempo, ponemos el expansor, un dispositivo que es como una prótesis vacía y en el postoperatorio, vamos llenando con suero salino. En el momento de la operación se pone un poquito, lo que nos permite dilatar los tejidos e ir modelando la mama. Esto lo hacemos porque cuando se realiza una mastectomía se quita mucha piel de la mama, y esa piel tenemos que recuperarla. ¿Cómo? Estirándola. El expansor posee una válvula que podemos localizar a través de la piel; así vamos rellenando el expansor durante el postoperatorio y el pecho va aumentando con el tiempo. Lo más importante es que la paciente sale del quirófano con un poquito de mama, no sale amputada y eso es importante. En dos o tres semanas tiene una mama con un tamaño prácticamente normal. Cuando tenemos la mama ya modelada, cambiamos el expansor por una prótesis. El final de la intervención se hace a los tres meses de la primera intervención más o menos y se sustituye el dispositivo expansor por un implante anatómico con unas dimensiones adaptadas a la reconstrucción mamaria. También existen otras fórmulas de reconstrucción que implican tejidos autólogos (reconstrucción con material que aporta el organismo): dorsales, cogiendo músculo de la espalda o con piel y grasa abdominal. Hay múltiples fórmulas.”
B. P.: ¿En el caso de una recaída, qué se hace con ese implante?
Dr. E. M.: “Depende de cómo sea la recaída. Ten en cuenta que el implante está debajo del músculo pectoral y no va a dificultar el diagnóstico de la recidiva ni su tratamiento local, aunque lógicamente si hay que quitar una cantidad de piel junto al tumor importante es posible que la prótesis no quepa y entonces hay que tener otras alternativas de reconstrucción. En estos casos lo que nosotros hacemos es pasar a los sistemas de adicción de piel, los sistemas autólogos de los que hablábamos antes o bien la reconstrucción quirúrgica con piel abdominal o de otros sitios. Hay que tener siempre armas para ofrecer a la paciente soluciones.”
B.P.: ¿Cómo se realiza una reconstrucción mamaria en el caso de que se haga después de la mastectomía?
Dr. E. M.: “El sistema es muy parecido; no hay unas diferencias importantes en cuanto a las indicaciones. Obviamente, cada grupo tiene preferencias. Nosotros, salvo que haya radioterapia de por medio y la piel tenga una radiodermitis, que es una consecuencia importante de la radioterapia, nuestra primera elección es la reconstrucción con expansor y prótesis. Primero, se pone el expansor y después, pasado un tiempo, poner la prótesis. Si la paciente ha estado sometida a radioterapia y la piel está afectada, es preferible recurrir a sistemas que aporten tejido vascularizado porque la radioterapia disminuye mucho la elasticidad de los tejidos y entonces recurrimos al músculo dorsal ancho o a la piel abdominal.”
B.P.: ¿Queda igual la mama operada que la mama que no ha tenido ningún tumor?
Dr. E. M.: “La respuesta es obviamente no. Nosotros somos imitadores de la naturaleza, pero no tenemos ese nivel de perfección. Los resultados son buenísimos; la mama se parece muchísimo a una mama normal y es una mama bonita y con aspecto y forma y todo, pero es una mama reconstruida. Y respecto a si quedan iguales entre sí, en las pacientes en las que sólo tiene la enfermedad en una mama, con toda seguridad, en algún momento del proceso habrá que estudiar la otra mama para evaluar si las diferencias que hay entre una y otra exigen hacer alguna técnica complementaria en la mama que no está enferma para que se parezcan.”
B.P.: ¿Hay que hacer revisiones de la reconstrucción independientes del cáncer?
Dr. E. M.: “Sí, por supuesto. Una vez que una paciente entra en la dinámica de la reconstrucción mamaria tiene una relación con su cirujano y con el servicio de cirugía plástica que se prolonga durante muchos meses o años. Después de reconstruirla, hay que seguirla y ver que los implantes estén bien. Tiene que ir como cualquier mujer que lleve unos implantes de mama. Un implante mamario es algo muy bueno, muy seguro y con unos resultados fantásticos, pero ponerse un implante y olvidarse de que los llevas, ni hablar. Un implante es una responsabilidad que exige un control; y el control es sencillísimo. Durante el primer año, nosotros vemos a la paciente al mes, a los tres, a los seis y al año. Luego la vemos al año siguiente, cuando cumple dos, cuando cumple cinco y cuando cumple diez, y cuando cumple 15 y a partir de ahí, pedimos una resonancia cada cinco años para controlar la prótesis. Ese es el seguimiento, que no es pesado. Y que conviene hacerlo porque es un dispositivo que por mucho que sea maravilloso y seguro, no debemos olvidarnos de él.”
B.P.: ¿Estas reconstrucciones que hacen ustedes son las mismas que las que se realizan en toda España?
Dr. E. M.: “Sí, claro. Estos métodos se realizan en todos los hospitales o casi todos de la red de sanidad pública española, que tiene un nivel excepcional.”
B.P.: ¿A qué es debido que no todas las mujeres se planteen la reconstrucción de una mama? (Según la a Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética revela además que de los casos que se diagnostican más del 64% acaba en mastectomía (extirpación del tejido mamario); unas 16.000 mujeres se someten a esta intervención al año, pero sólo el 30%-40% (entre 4.800 y 6.400) son operadas para la reconstrucción mamaria, y de éstas, sólo un 40% de forma inmediata).
Dr. E. M.: “Las mujeres que tienen cáncer de mama son unas auténticas heroínas, cómo se enfrentan a la enfermedad, cómo siguen con la familia, con sus trabajos… son muy valientes, y las que rechazan la reconstrucción mamaria seguro que tendrán sus razones. Obviamente, someterse a una reconstrucción tiene un añadido a la propia enfermedad, que es más tiempo de ir a consultas, más médicos y la mujer puede acabar muy harta y lo que quiere es no volver al hospital o ir lo menos posible. En nuestro centro, la gran mayoría opta por hacerse una reconstrucción inmediata.”
Pd: Este post va dedicado a mis amigas que han superado un cáncer de mama: Beatriz, Sol, Pilar, Amparo… a las que lo están superando, María, y también a las que no, como mi sobrina Susana.