Hasta el momento la única solución definitiva contra las orejas de soplillo pasaba por una operación de cirugía plástica llamada otoplastia. Ahora ha llegado a España Earfold, un implante que acorta el tiempo de la intervención y que corrige las orejas prominentes con una cirugía mínimamente invasiva. Eso sí, no vale para todos los casos.

El 5% de la población española tiene orejas prominentes o lo que comúnmente llamamos orejas de soplillo. Según el estudio social elaborado por Allergan “Escucha a tus orejas” más de la mitad reconoce haber sufrido bromas relacionadas con sus orejas y hasta el 46% asegura que han sido burlas que les han hecho daño. Para muchas personas se convierte en un complejo que disminuye su autoestima.

Para la modelo Julee Huang sus orejas de soplillo no son ningún problema

Para la modelo Julee Huang sus orejas de soplillo no son ningún problema en su profesión

La otoplastia es una solución definitiva que cambia la vida a quien se la realiza pero son pocos los que se deciden por ella: es una operación cara (alrededor de 6.000 euros), el postoperatorio es doloroso y algo aparatoso (hay que llevar un vendaje alrededor de las orejas alrededor de 15 días) y no deja de ser una operación. Por eso no sorprende que a nivel mundial se practiquen solo 170.000 intervenciones de otoplastia al año. Y en España, aunque es la cuarta operación de cirugía plástica más demandada, se realizan poco más de 3.700 cada año. La franja de edad en la que se operan la mayoría es entre los 30 y 44 años.

Para hacer una otoplastia el cirujano realiza, normalmente, una incisión en la parte de atrás de la oreja y se remodela el cartílago de la oreja, se reduce la profundidad de la concha y se reseca piel sobrante, si fuera necesario. La operación se puede realizar bajo anestesia general o local, dependiendo de la edad del paciente, y normalmente dura como mínimo una hora.

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El nuevo dispositivo creado Allergan (Earfold) permite corregir las orejas de soplillo con una técnica menos invasiva y de manera permanente. Se acortan los tiempos -la intervención dura en torno a 20 minutos– y el postoperatorio no requiere vendajes y es menos doloroso porque no se manipula el cartílago auricular.

El simulador es igual que el implante pero sin pinchos

El simulador es igual que el implante pero sin pinchos

Primero en consulta, con unos simuladores que se colocan en el exterior de las orejas, el cirujano enseña al paciente cómo va a ser el resultado final. Él mismo puede elegir el grado de cambio colocándolo más arriba o más abajo.

Una vez decidido el punto exacto donde se van a situar el o los implantes –se pueden colocar uno o dos dispositivos dependiendo de la deformidad auricular-, se pinta con un rotulador quirúrgico y con anestesia local, se realiza una pequeña incisión y a través de ella se coloca el implante, fabricado en titanio y níquel con un revestimiento de oro médico de 24 kilates. Una vez colocado, se dan 2 o 3 puntos de sutura reabsorbibles. Se notará la zona algo dolorida y habrá una inflamación discreta. Se puede volver a la rutina de manera inmediata.

El implante está indicado para aquellas orejas prominentes que tienen un pliegue antihélix poco desarrollado y se puede implantar en adultos y niños mayores de 7 años –en niños el único problema es que suele descartarse la anestesia local porque es difícil mantenerlos quietos, por eso tiene que utilizarse anestesia general lo que extiende los tiempos-.

Todos los detalles de este nuevo implante nos los contó durante su presentación a los medios el Doctor Antonio Porcuna, cirujano plástico y director de la Clínica Porcuna & De Benito de Madrid. Ellos son de los primeros en empezar a utilizarlo en España. Pero le precede su buena acogida en países como Reino Unido donde ya se han puesto más de 3.000 implantes. Será el cirujano el que determine si el paciente puede beneficiarse de este dispositivo, eso sí, probar el simulador no significa tener que realizarse la intervención.

Puedes consultar las clínicas en www.orejasgrandes.com

Precio: a partir de 2.500 euros.