Te desvelamos las 5 propiedades medicinales del jengibre, un tubérculo bulboso, áspero y no especialmente bonito al que se le conoce también como ‘raíz milagro’. En Oriente no falla en ninguna despensa, además de como especia, el jengibre es un rizoma curativo muy popular en la medicina tradicional china cuajado de propiedades beneficiosas para la salud, y se aplica en mil recetas gastronómicas, tés e infusiones.
- Combate las náuseas.
Tanto, que se recomienda a las embarazadas que no puedan despegarse del Señor Roca, y también a quienes estén bajo un tratamiento de quimioterapia. Puedes tomar un poco de raíz en ayunas con una cucharadita de miel (el sabor es muy intenso, de hecho se parece bastante a beber colonia) o tomar un preparado comercial en pastillas o cápsulas. La ventaja es que así liberas a tu paladar de ese trance, si es que no te gusta el sabor.
- Es un eficaz antiinflamatorio.
El jengibre posee gingeroles, unos compuestos que actúan como antiinflamatorios naturales y son especialmente útiles para paliar el dolor de la artritis reumatoide o la osteoartritis. Así mismo, reduce las migrañas (y ¡las previene!) gracias a que bloquea los efectos de la prostaglandina, sustancia responsable de la inflamación de los vasos sanguíneos del cerebro.
- Mejora el estado de ánimo.
¿Te notas decaída? ¿Flaquean tu estado anímico y tu apetito sexual? Prueba con el jengibre. Su rica composición a base de aceites esenciales, vitaminas, antioxidantes, minerales y aminoácidos la convierte en un interesante afrodisíaco al estimular la libido, además de mejorar los cuadros de depresión y combatir los signos de envejecimiento. Arriba, arriba, siempre arriba.
- Con un par de ovarios.
Si padeces síndrome premenstrual o dolores menstruales y no quieres tomar medicamentos, prueba con un té de jengibre para aliviar las molestias propias de estos procesos. Para prepararlo, hierve durante 10 minutos 3 rodajas de jengibre aplastadas con un tenedor (o ralladas) de un par de centímetros y añade miel al gusto y el zumo de media naranja y medio limón.
- Adiós, resfriados.
El jengibre alivia los síntomas del resfriado (congestión, escalofríos, tos…) y es útil como expectorante. La infusión de jengibre provoca tanto calor en el organismo, que es ideal para sudar y acelerar la recuperación. Además, actúa como agente para combatir gérmenes y luchar contra las infecciones.