Con la llegada de esos días de verano en los que Lorenzo aprieta de lo lindo aparece en nuestras playas el temido efecto fresa y nata, conocido vulgarmente como las quemaduras solares. Aparte de poco estéticas, son tremendamente dolorosas y pueden provocar daños irreversibles en nuestra piel, por lo que es muy importante aplicar el protector solar correctamente.
Sin embargo, no conozco a nadie que nunca se haya despistado con el sol. Al fin y al cabo, todos somos humanos, vamos con prisas, y a veces simplemente no llegamos a todas las zonas expuestas. Por suerte existen remedios tradicionales caseros para tratar las quemaduras con rapidez y ayudar a regenerar la piel con ingredientes naturales. Hoy os abrimos las puertas de nuestra particular rebotica de la abuela para tratar las quemaduras solares.
- Compresas de agua fría
Cuando la piel se quema queda muy caliente al tacto. Para bajar la temperatura de la piel los expertos de la Clínica Mayo recomiendan aplicar sin frotar una compresa de agua fría, como una toalla empapada en agua con hielos. Eficaz y barato.
- Áloe vera
Para quemaduras más serias, corta una hoja de áloe vera y aplica el líquido transparente sobre la quemadura. Proporciona un alivio instantáneo, y además ayuda a que la quemadura se cure con más rapidez. Si no tienes una planta a mano puedes comprar gel de áloe vera puro en herbolarios.
- Miel
La miel se utiliza desde la Antigüedad para tratar diferentes problemas de salud, y se menciona en muchos tratados egipcios como un remedio contra las quemaduras solares. La Dra. Kathi Kemper confirma que “muchos estudios sugieren [que la miel] puede funcionar mejor que muchas cremas antibióticas para acelerar la curación, reducir la infección y minimizar el dolor producido por las quemaduras solares”.
- Combo de avena, manteca de karité y leche de coco
Además de ser maravillosa para reducir el colesterol, la avena puede ayudar a mitigar el efecto rojo gamba cuando nos pasamos con el sol. Adina Grigore, nutricionista experta en cosmética natural y fundadora de S.W. Basics, nos desvela su receta favorita para tratar las quemaduras solares: “prepara un baño fresco con una taza de harina de avena y una buena cucharada de manteca de karité. Verás que la quemadura se alivia y se reduce el dolor. Para potenciar los efectos de esta receta puedes incluir en el baño una cucharadita de leche de coco, que ayuda a rebajar la temperatura de la piel y a anestesiar la zona”.
- Bicarbonato sódico
Si las vacaciones han dejado tu despensa temblando estas de enhorabuena. Siempre queda relegado al fondo del armario un poco de bicarbonato sódico, que es un estupendo remedio para tratar las quemaduras solares. Basta con diluir 1/4 de taza de bicarbonato en un baño de agua fría para ayudar a la piel a recuperarse. Si tienes ducha, puedes disolver 4 cucharaditas de bicarbonato en una taza de agua y aplicar la mezcla suavemente con un algodón cada dos horas sobre la zona afectada.
Aunque una despensa bien surtida te puede sacar del apuro si no tienes un aftersun a mano para hidratar y refrescar la piel, es muy importante evitar las quemaduras a toda costa. Además de provocar un envejecimiento prematuro inmediato, los rayos solares pueden alterar el ADN celular y desembocar en problemas serios de salud. Tras estos primeros auxilios y al volver a casa, no te olvides de visitar al dermatólogo para que evalúe el estado de salud de tu piel. Y recuerda: con el sol siempre es mejor prevenir que curar.